Mañana es martes y a primera hora tengo que entregar un complicado trabajo. Si no lo hago algo malo sucederá, lo llevo presintiendo desde hace días.
Es un sueño muy extraño en el que la profesora me hace quedar cuando acaba la clase y entonces ocurre todo. Es horrible, tal vez hasta algo macabro, pero muy real. Sé con certeza que no voy a estar a la altura, que me va a hacer quedar al terminar y que voy a sufrir. No puedo soportar más esta fatídica presión, no puedo ni imaginarme el dolor cuando esa mujer cierre la puerta y empiece a gritar y a hacerme comer el trabajo mientras ella me golpea las manos con la pata de una silla hasta que las pierdo.
No, mañana no iré a clase, nada de eso me sucederá porque no pienso asistir.
He llenado la bañera, tengo el secador preparado para después, no hay nadie en casa.
Es un sueño muy extraño en el que la profesora me hace quedar cuando acaba la clase y entonces ocurre todo. Es horrible, tal vez hasta algo macabro, pero muy real. Sé con certeza que no voy a estar a la altura, que me va a hacer quedar al terminar y que voy a sufrir. No puedo soportar más esta fatídica presión, no puedo ni imaginarme el dolor cuando esa mujer cierre la puerta y empiece a gritar y a hacerme comer el trabajo mientras ella me golpea las manos con la pata de una silla hasta que las pierdo.
No, mañana no iré a clase, nada de eso me sucederá porque no pienso asistir.
He llenado la bañera, tengo el secador preparado para después, no hay nadie en casa.
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