Era una noche lluviosa de Enero. Yo había quedado con María para ir al cine. Tras media hora discutiendo, ella me convence para entrar a ver esa nueva película de miedo que anunciaban tanto por la tele. Yo no soy miedoso, lo hago porque ella no pase un mal rato. Entramos al cine con nuestro refresco y nuestras palomitas. Por cierto, no hay nadie en el cine. Empieza la película. No es que tenga miedo a este tipo de cine, sino que poseo un sexto sentido y sé lo que va a pasar con antelación. Primero la chica se pierde en el bosque, luego encuentra una nave industrial abandonada,...Entra.... Siempre acierto...Pero un momento, la chica se encuentra en una especie de cine, y delante de ella hay una pareja comiendo palomitas y chupando de la pajita de un refresco. Me empiezo a poner nervioso y evito mirar hacia atrás. La chica huye y se esconde debajo de una butaca. De repente entra un hombre con heridas por todo el cuerpo blandiendo un hacha. Esta película me está desquiciando. María me dice que si tengo miedo. Yo lo niego todo. De repente el “ supuesto asesino de la película” deja de amenazar con el hacha. La chica sale de su escondite y ambos se acercan a esa supuesta pareja que está en el cine. Noto una mano fría en la espalda. Para cuando me doy cuenta estoy tumbado en suelo y en la pantalla de cine puedo ver cómo la chica aparentemente inocente está troceando a María.
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