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lunes, 2 de enero de 2023

Deseos para el año nuevo



Elena Shumilova

Buscando una imagen y un texto inspirador para desearos un feliz año nuevo, me encuentro con esta columna de Manuel Vicent,  un mensaje atemporal  que quiero compartir con vosotros:

"El tiempo no existe. El tiempo sólo son las cosas que te pasan, por eso pasa tan deprisa cuando a uno ya no le pasa nada. Después de Reyes, un día notarás que la luz dorada de la tarde se demora en la pared de enfrente y apenas te des cuenta será primavera. Ajenos a ti en algunos valles florecerán los cerezos y en la ciudad habrá otros maniquíes en los escaparates. Una mañana radiante, camino del trabajo, puede que sientas una pulsión en la sangre cuando te cruces en la acera con un cuerpo juvenil que estalla por las costuras, y un atardecer con olor a paja quemada oirás que canta el cuclillo y a las fruterías habrán llegado las cerezas, las fresas y los melocotones y sin saber por qué ya será verano. De pronto te sorprenderás a ti mismo rodeado de niños cargando la sombrilla, el flotador y las sillas plegables en el coche para cumplir con el rito de olvidarte del jefe y de los compañeros de la oficina, pero el gran atasco de regreso a la ciudad será la señal de que las vacaciones han terminado y de la playa te llevarás el recuerdo de un sol que no podrás distinguir del sol del año pasado. El bronceado permanecerá un mes en tu piel y una tarde descubrirás que la pared de enfrente oscurece antes de hora. Enseguida volverán los anuncios de turrones, sonará el primer villancico y será otra vez Navidad. La monotonía hace que los días resbalen sobre la vida a una velocidad increíble sin dejar una huella. Los inviernos de la niñez, los veranos de la adolescencia eran largos e intensos porque cada día había sensaciones nuevas y con ellas te abrías camino en la vida cuesta arriba contra el tiempo. En forma de miedo o de aventura estrenabas el mundo cada mañana al levantarte de la cama. No existe otro remedio conocido para que el tiempo discurra muy despacio sin resbalar sobre la memoria que vivir a cualquier edad pasiones nuevas, experiencias excitantes, cambios imprevistos en la rutina diaria. Lo mejor que uno puede desear para el año nuevo son felices sobresaltos, maravillosas alarmas, sueños imposibles, deseos inconfesables, venenos no del todo mortales y cualquier embrollo imaginario en noches suaves, de forma que la costumbre no te someta a una vida anodina. Que te pasen cosas distintas, como cuando uno era niño".

Manuel Vicent, "El tiempo" ("El País", 04/01/2009) 


¡¡FELIZ AÑO NUEVO 2023!!


domingo, 20 de marzo de 2022

"Solo palabras", Manuel Vicent


"Entre el inagotable caudal de palabras que sale de la garganta de una persona corriente, me pregunto cuántas son necesarias, determinantes y comprometidas. Entre todas ellas están las palabras que cambian el curso de una vida, las que uno se arrepiente de haberlas pronunciado, las que se callan por miedo y se quedan quemándote la lengua. La mayoría de las palabras se las lleva el viento, pero las hay malditas que en medio de una disputa familiar o amorosa caen al suelo y ya no hay quien las levante. Las palabras crean un sendero y uno las sigue como un esclavo. ¿Cuándo fue la primera vez que dijiste no? Sin duda, ese fue un gran día. El no te libera, el sí te ata. Unos han venido a este mundo a hablar y otros solo a escuchar, este es el privilegio que distingue a los ricos de los pobres. La verdad no cambia, la diga el filósofo o el arriero, el creyente o el ateo, el juez o el reo, pero según con qué palabras venga adornada una misma verdad te llevará al cielo o al infierno. Las palabras más sólidas e inapelables son, a fin de cuentas, las que masculla entre dientes el sepulturero. Las primeras palabras que el niño oye de su madre quedan grabadas para siempre en alguna mucosa del cerebro. Son muy tiernas, con sabor a leche, pero han causado ríos de sangre solo por atacarlas o defenderlas. Todas las palabras que se ha llevado el viento forman una atmósfera alrededor del planeta que puede llegar a ser muy tóxica. La sabiduría consiste en aprender a respirarlas según su valor y naturaleza. Las hay venenosas, mortíferas como balas que utilizan los tiranos para sembrar la muerte, pero también están en el aire a disposición de cualquiera las palabras que usaron Homero, Virgilio y Horacio para enhebrar sus versos. Unas te salvan, otras te matan. No son más que un poco de aliento que en el mejor de los casos sirve para decir te amo, para decir me muero".

(Manuel Vicent - El País - 20-03-2022)


miércoles, 24 de noviembre de 2021

Travesía

La primera entrada en el blog de este curso llega con parte de la travesía recorrida. Atrás queda el primer día esperanzado en el que lanzábamos al agua como barcos de papel nuestras palabras de fuerza: curiosidad, confianza, futuro, bienestar, disciplina, constancia, recompensa o agallas, entre otras. 

¿Las recordáis? 

Quizá ahora sea el momento de volver a ellas para recuperar los objetivos que trazamos en septiembre y que deberán acompañarnos para llegar a buen puerto. 

"Sin miedo", Eva Navarro



Manuel Vicent dedica uno de sus textos periodísticos al comienzo de curso. Os propongo su lectura; dejad en comentarios vuestra opinión sobre la necesidad de perseverar para llegar a cumplir los sueños. 

"Al final del verano, de vuelta a casa, empiezas a navegar el nuevo curso a merced de las fuerzas oscuras que te acechan en un mar lleno de peligros. Hay que estar bien pertrechado. Para llegar sano y salvo a un puerto abrigado después de sortear todos los escollos de esta dura travesía, no hay barco más seguro que el primer barco de papel que fabricamos cuando éramos niños con una hoja del cuaderno escolar donde habíamos escrito nuestros sueños más puros. Después de doblar el papel varias veces de una forma determinada, abrías el pliegue y de pronto aparecía entre los dedos un maravilloso velero. Con un leve impulso lo botabas en una orilla de la alberca y comenzaba a navegar el agua estancada bajo el vuelo de libélulas verdes y amarillas. Podía ser un barco pirata, fantasma, mercante o de guerra. Pese a que la alberca albergaba algunos sapos, el barco siempre conseguía llevar a la otra orilla nuestros sueños incontaminados. Era un barco que nunca naufragaba. Vivimos ahora tiempos de azar, entre la violencia y la banalidad. No sabes quién te vigila, quién te controla, quién decide por ti, pero eres consciente de que alguien puede apretar el botón que te hará saltar por los aires. Ya no existen maestros a los que seguir ni valores sólidos a los que agarrarse y puesto que vale todo pero nada es firme, en esta travesía confusa la salvación es ya una cuestión fiada a la imaginación de cada navegante. Un prisionero condenado a cadena perpetua descubrió la única forma de escapar: pintó una ventana abierta de par en par con un horizonte azul en la pared de la mazmorra y a través de ella conquistó la libertad. Aquel velero de papel que construiste con una hoja del cuaderno escolar para cargar en él los primeros sueños, hoy puede convertirse en un barco de salvamento si aquellos sueños, que transportaba, no han sido traicionados".



viernes, 1 de marzo de 2019

Comentario de texto: "Líderes", Manuel Vicent


La red se ha hecho eco de esta columna de Manuel Vicent, con la que la ciudadanía se ha sentido identificada. Cansada del discurso negativo, de la confrontación innecesaria y del victimismo, este texto es una isla de optimismo, que he querido incluir en nuestra clase. Con ella hemos trabajado la pregunta sobre la estructura argumentativa (comentario de texto EvAU) y estoy contenta con los resultados.

El Roto

"Por organismos internacionales de toda solvencia España ha sido declarado el mejor país del mundo para nacer, el más sociable para vivir y el más seguro para viajar solos sin peligro por todo su territorio. Según The Economist, nuestro nivel democrático está muy por encima de Bélgica, Francia e Italia. Pese al masoquismo antropológico de los españoles, este país es líder mundial en donación y trasplantes de órganos, en fecundación asistida, en sistemas de detección precoz del cáncer, en protección sanitaria universal gratuita, en esperanza de vida solo detrás de Japón, en robótica social, en energía eólica, en producción editorial, en conservación marítima, en tratamiento de aguas, en energías limpias, en playas con bandera azul, en construcción de grandes infraestructuras ferroviarias de alta velocidad y en una empresa textil que se estudia en todas las escuelas de negocios del extranjero. Y encima para celebrarlo tenemos la segunda mejor cocina del mundo.
Frente a la agresividad que rezuman los telediarios, España es el país de menor violencia de género en Europa, muy por detrás de las socialmente envidiadas Finlandia, Francia, Dinamarca o Suecia; el tercero con menos asesinatos por 100.000 habitantes, y junto con Italia el de menor tasa de suicidios. Dejando aparte la historia, el clima y el paisaje, las fiestas, el folklore y el arte cuya riqueza es evidente, España posee una de las lenguas más poderosas, más habladas y estudiadas del planeta y es el tercer país, según la Unesco, por patrimonio universal detrás de Italia y China.

Todo esto demuestra que en realidad existen dos Españas, no la de derechas o de izquierdas, sino la de los políticos nefastos y líderes de opinión bocazas que gritan, crispan, se insultan y chapotean en el estercolero y la de los ciudadanos con talento que cumplen con su deber, trabajan y callan".

(Manuel Vicent,”El País”, 18/11/18)