miércoles, 1 de abril de 2009

Solución al acertijo 1

"La gramática puede ser divertida si sabemos mirarla con gracia."

"¡Ahora sí! Ahora sí tenemos unos términos que responden a las normas de nuestro léxico y de su morfología, y una relación entre ellos que respeta la sintaxis.
Con todo esto, nos damos cuenta a la vez de que ese orden tiene que ver con nuestro pensamiento. No pensamos en nada si se nos viene a la cabeza la frase desordenada anterior («si ser gramática la divertida mirarla puede con gracia sabemos»), salvo en que estamos diciendo una tontería; ni podemos pensar nada con las palabras cuyas sílabas se habían alterado (is res matícagra al tidadíver lararim depue noc ciagra mosbesa), salvo en que tal vez se trata de un idioma desconocido. Y el orden de las sílabas constituye igualmente el reflejo de su significado.
Los errores que oímos en nuestra vida cotidiana no llegan a la magnitud de los ejemplos anteriores, pero a menudo percibimos que una persona dice o escribe frases que, por incorrectas, no están bien pensadas. (...)
Cada persona que piensa en su propio idioma necesita de su gramática para que el pensamiento funcione y para entenderse con los demás. Necesita, por tanto, de unas reglas; y le hace falta conocerlas bien, aunque sea inconscientemente.
Tal funcionamiento resultaría imposible, desde luego, si, colocadas las palabras en el orden necesario, no estableciéramos bien las concordancias. Por ejemplo, así:
La gramáticas podía serán divertidas si sabríais la mirar con gracias.
Y también dificultaríamos la comunicación si confundiéramos los acentos:
La grámatica puedé ser divértida si sábemos mirarlá con graciás.
Las palabras no se dejan manejar así como así. Ellas tienen, como hemos dicho, sus propias normas. Y quien no las sigue dificulta sus posibilidades de hacerse entender y, por supuesto, de convencer a los demás".
(Álex Grijelmo, Prólogo de La gramática descomplicada)

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