Instrucciones para dar cuerda al reloj
Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan.
¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.
(Julio Cortázar, Historias de cronopios y de famas)
En mi opinión este texto expresa una verdad real. Por un lado está la muerte que aquí se refiere como si fuera el fondo de un reloj, es decir, el final de la vida. Y por otro lado está la vida que se refiere a la primavera que poco a poco los árboles se despliegan, las barcas van a dar un paseo....
ResponderEliminarNos dice que lo bueno hay que tenerlo cerca. Porque lo malo no hace falta llamarlo ya que viene solo. Así como las tristezas y los malos recuerdos que corroen por dentro de uno mismo.
También nos damos cuenta que algún día tiene que llegar la muerte a unos antes que a otros, pero nunca se sabe cuando ni de que manera.
IRENE BONASTRE SERRANO
Gracias, Irene, por tu comentario. Te conviertes con él en la primera alumna de 1º de Bachillerato que se "atreve" a participar. Ese título ya no te lo quita nadie.
ResponderEliminarTienes razón en tu comentario, lo malo no hay que llamarlo. Disfrutemos de lo bueno con todos los sentidos.
Este texto lo he interpretado como si una mujer estuviera deprimida, triste, sin ganas de continuar la vida y no viendo más allá que la muerte.
ResponderEliminarMientras que sus seres queridos, le dicen que se sujete ala cuerda, que la sigua y asi verá como los abanicos se despliegan y de él el aire, las barcas van por el rio, la primavera llega, y asi que vea que la vida esta llena de colores y no como aora, todo negro y sin esperanzas. Porque en este caso, la vida siempre está ahí y solo depende de ti cuando quieras llegar.
Lucía Castillo Carceller
Cada día se renuevan las esperanzas. Un nuevo día se estrena. Todo tuyo, Lucía.
ResponderEliminarUn abrazo.