Andrés Neuman nos sorprendía el otro día en su charla con una asociación insólita:
“La realidad parece internet. La vida es google”.
Hablaba de las felices coincidencias, del azar, de esas pequeñas casualidades con que nos topamos a diario.
Por una de esas coincidencias, en la ponencia a la que asistí el miércoles sobre la competencia lectora, en el marco de información sobre el programa PISA, en el que nuestro centro va a participar, el ponente, Ángel Sanz , abrió su exposición con la letra de una canción de Alberto Escobar. Su título: Coincidir
Soy vecino de este mundo por un rato
y hoy coincide que también tú estás aquí
coincidencias tan extrañas de la vida
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio...
y coincidir
Si navego con la mente el universo
o si quiero a mis ancestros retornar
agobiado me detengo y no imagino
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio...
y coincidir
Si en la noche me entretengo en las estrellas
y capturo la que empieza a florecer
la sostengo entre las manos... mas me alarman
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio...
y coincidir
Si la vida se sostiene por instantes
y un instante es el momento de existir
si tu vida es otro instante... no comprendo
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio...
y coincidir
Quizá el azar ha querido que yo os la muestre aquí para que tengáis un nuevo pre-texto para escribir sobre el poder de las casualidades en nuestras vidas. ¿O acaso no lo son?
“La realidad parece internet. La vida es google”.
Hablaba de las felices coincidencias, del azar, de esas pequeñas casualidades con que nos topamos a diario.
Por una de esas coincidencias, en la ponencia a la que asistí el miércoles sobre la competencia lectora, en el marco de información sobre el programa PISA, en el que nuestro centro va a participar, el ponente, Ángel Sanz , abrió su exposición con la letra de una canción de Alberto Escobar. Su título: Coincidir
Soy vecino de este mundo por un rato
y hoy coincide que también tú estás aquí
coincidencias tan extrañas de la vida
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio...
y coincidir
Si navego con la mente el universo
o si quiero a mis ancestros retornar
agobiado me detengo y no imagino
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio...
y coincidir
Si en la noche me entretengo en las estrellas
y capturo la que empieza a florecer
la sostengo entre las manos... mas me alarman
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio...
y coincidir
Si la vida se sostiene por instantes
y un instante es el momento de existir
si tu vida es otro instante... no comprendo
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio...
y coincidir
Quizá el azar ha querido que yo os la muestre aquí para que tengáis un nuevo pre-texto para escribir sobre el poder de las casualidades en nuestras vidas. ¿O acaso no lo son?
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