Robando momentos de felicidad junto a David Lozano

 

Edu, el protagonista de El ladrón de minutos consigue una succionadora de tiempo en la tienda de objetos prohibidos y se dedica a robar momentos felices a su alrededor para conseguir recuperar un día que le han arrebatado arbitrariamente: su día de cumpleaños. 

 

Los alumnos de 1º ESO del IES "Mar de Aragón" de Caspe han ideado sus máquinas. 

"¿Qué minutos felices son valiosos para vosotros? ¿Cuáles robaríais de tener la máquina?", les plantea David Lozano.  Es un ejercicio de conciencia interesante seleccionar entre todos los momentos que conforman el día aquellos con más valor. Nos predispone a apreciarlos,  a disfrutar de lo que nos parece importante, sin tantas distracciones. Entre el alumnado de 1º ESO las elecciones se han centrado en el ocio, sin olvidar el valioso tiempo con amigos y familia.



David Lozano exprime unos minutos felices
junto a una succionadora de tiempo.

En la máquina succionadora el tiempo robado tenía la apariencia de una arena  dorada fina. La profesora de Lengua de 1º de ESO ha querido simbolizar esos momentos felices robados con monedas de oro de chocolate, que ha metido en un cofre del tesoro para repartir entre los alumnos en el encuentro literario.

¿Pero quién podría resistirse a conseguir momentos felices? Visto y no visto, las 300 monedas han desaparecido, en un tiempo breve y fugaz, como todo lo bueno…

El codiciado cofre de los MINUTOS FELICES

 

 

Pasado el chasco inicial por este hurto desafortunado que ha dejado sin premio a los lectores de 1º de ESO,  es oportuno subrayar la coincidencia con la temática del libro: el egoísta disfrute de momentos felices que no les correspondían y de los que se han apropiado sin sonrojo.  Algunas  monedas han aparecido tiradas después, simbolizando también el desperdicio absurdo que algunos hacen del tiempo.

De todo lo bueno de esta lectura, en la que han profundizado a través de una exhaustiva guía, destacan las citas acerca del valor del tiempo y del uso que hacen del mismo. Cada alumno ha elegido una para decorar los puntos de lectura que han creado para la ocasión.

 

 

Un año más tenemos que agradecer a la editorial Edebé  la posibilidad de realizar este encuentro literario con escritor, una oportunidad de lujo que los alumnos nunca olvidan.