Programa del III Congreso de NeuroEducAcción |
Más de 120
docentes hemos dedicado buena parte del fin de semana, el equivalente a dos
jornadas laborales, a formarnos sobre Neuroeducación. Por tercer año
consecutivo, hemos vivido intensamente los aprendizajes y los hemos incorporado
un poco a nosotros. De alguna forma, no salimos igual que entramos en este
congreso.
Imposible resumir
en esta entrada todas las vivencias, que han sido diversas, en el ámbito
intelectual, emocional, físico y social;
una efervescencia de ideas que hacen interiorizar aspectos clave de los
procesos de enseñanza-aprendizaje.
Una quisiera
apresar todo y llevarlo a su centro, contagiarlo, con la misma pasión con la que
lo ha vivido y disfrutado. Pero no es posible, sólo cabe esperar a la próxima
edición para ser parte de esto.
El III Congreso fue
inaugurado por Ignacio Morgado Bernal, catedrático de Psicobiología y director del
Instituto de Neurociencias en la Universidad Autónoma de Barcelona, quien nos
ofreció “Diez sugerencias prácticas para mejorar el aprendizaje y la memoria”.
Tres ideas clave,
no por conocidas siempre atendidas, constituyen la base: una correcta
alimentación (evitando grasas saturadas), un sueño reparador y ejercicio físico (aumenta la
vascularización, la llegada de sangre a las neuronas) son imprescindibles para
facilitar el aprendizaje y la memoria.
Tal como reza el
título de su charla, ofreció diez estrategias válidas para todos los niveles
educativos. De entre todas ellas, destacó especialmente la necesidad de
introducir los exámenes orales, pues inducen a la comprensión de lo que se debe
aprender. Y es que la simple memorización no es sinónimo de aprendizaje, como la
experiencia personal y docente nos revelan.
Todos los
asistentes tuvieron ocasión de participar en cuatro talleres, divididos en
cuatro grupos: Grupo Emoción, Grupo Atención, Grupo Curiosidad y Grupo
Motivación.
1)”Un gesto, una
mirada, una palabra”, por Ferrán Trinidad.
A través de
dinámicas y juegos pudimos comprobar
cómo la educación condiciona nuestra mirada.
Necesitamos eliminar el juicio, los prejuicios, y ganar empatía si
decidimos enseñar.
Ferrán Trinidad |
Aprendemos con
todo, no sólo con el cerebro. Todo nuestro cuerpo necesita estar consciente en
el proceso. Diferentes prácticas facilitaron la toma de conciencia necesaria
para introducir cambios en el aula.
¡Qué sorprendente ha sido sentirnos parte de un sistema que se regula solo! El trabajo colaborativo tiene que darnos muchas sorpresas todavía.
¡Qué sorprendente ha sido sentirnos parte de un sistema que se regula solo! El trabajo colaborativo tiene que darnos muchas sorpresas todavía.
2)”Potencia tus
clases con realidad virtual y Google Expeditions”, por Alisa Linarejos,
formadora de docentes en Ieducando.
Este taller nos
acercó al potencial de la realidad virtual, a través del aprendizaje
inmersivo. Como muestra, dimos paseo por
el interior de un volcán, por el interior de la tráquea y por el monasterio de
Veruela, sin movernos de la sala.
Google Expeditions es apta para el alumnado de todas las edades. Más de 800 expediciones de realidad virtual y más de 100 en realidad aumentada ya están disponibles: monumentos, accidentes geográficos o el interior del cuerpo humano, entre otros.
3) ¿Trabajamos
las funciones ejecutivas en el aula?, impartido por un grupo de docentes con
Posgrado en Neuroeducación.
Durante las dos
horas que duró el taller pudimos descubrir cuáles son, cómo trabajarlas
mediante el juego, la enseñanza artística, la educación emocional y la
actividad física.
Actividad
frenética en la que cada subgrupo participó en un cuadro colectivo, realizó un “scape
room”, abrió la caja de las emociones y sorteó las minas de un circuito
peligroso en grupo.
Para finalizar, cada grupo dejó sus reflexiones en un mural:
4) “Educar el
conducir al co-razón, cómo acompañar al alumnado en un viaje a lo mejor de sí
mismos”, por José María Toro.
Para este docente
el maestro debe inspirar, por lo que el descanso es crucial en la tarea docente.
El profesor debe recomponerse en este descanso y ofrecer su presencia al
alumno. Sólo desde ese estado se produce la escucha activa en el aula y el profesor puede sentirse inspirado para dar lo mejor de sí.
Frente al
deslumbramiento de las tecnologías y las modas pedagógicas, centradas en el cómo,
reivindicó el por qué y el para qué de la actividad
docente, invitando a revisar el sentido de las programaciones didácticas y su
utilidad en el crecimiento del alumnado. Apostó por una escuela de
experiencias, en lugar de una escuela de actividades. La creatividad debe ser
un indicador de crecimiento, de vida, por ello es importante que las
programaciones sean flexibles y se adapten a situaciones diversas y cambiantes.
José María Toro |
En definitiva,
desestimó la función de la educación como simple transmisora de informaciones , que tiene los días contados,
y reivindicó una educación en la que cada uno pueda reconectarse con su
esencia.
El Congreso
terminó con una charla de este mismo docente, "El corazón, un continente pedagógico por descubrir", en la que pudo insistir en estas
ideas y hacerlas llegar también a familias y alumnos, que participaron también
en el Congreso (I Congreso Neurofamilias y I Congreso Neurojóvenes)
Varios colegios e la provincia de Teruel mostraron
sus buenas prácticas en pequeñas intervenciones sugerentes, englobadas en la idea "Pechakuchas". Su lema, "más que teoría, Acción".
Para finalizar,
los niños y jóvenes asistentes ofrecieron su versión de “The wall”, de Pink Floid, reivindicando una escuela más lúdica y participativa.
En el centro del
aprendizaje el maestro se erigió como figura fundamental, por encima del método, del manual o de la
tecnología. Reproduzco el
vídeo “Custodios de la llama” con el que se cerró la ponencia de José María
Toro.
Como decía Aristóteles, "Educar la mente sin educar el corazón no es educar en absoluto".
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