domingo, 27 de abril de 2014

Madre, gracias por las palabras


“De su infancia heredó la certeza de que somos, esencialmente, palabras. Su madre le nombró el mundo, palabra a palabra, como si lo inventara para él.”


Katie M Berggren


“Su madre tenía la extraña capacidad de hacer, con su sola presencia, que la gente se sintiera bien tratada. Creaba un espacio en el que las personas se sentían seguras, protegidas por su mirada, un territorio en el que todos eran protagonistas y donde se sentían escuchados y queridos.
        _ No sé por qué la gente me cuenta su cosas. 

Había decenas de razones para acercarse a ella. Siempre tenía una frase delicada y, si era preciso, un silencio cómplice. Respetaba todas las opiniones y jamás hablaba mal de nadie. Sabía restarle importancia a las preocupaciones que cada cual rumia cuando no tiene la cabeza ocupada en otras urgencias.  (…)
Cuando alguien le contaba un problema sabía encontrar las palabras que terminaban tranquilizándole.  (…)
En su compañía se tenía la certeza de que vivir era más fácil de lo que nos contaron, más fácil de lo que creemos. (…)
Era su madre… Cuatro veces madre idéntica y distinta para cada uno de ellos. Cuatro razones para la esperanza. Cuatro veces el amor infinito, repartido sin límite y sin medida, sin llevar la cuenta, en cuatro partes iguales. Cuatro veces siempre. Cuatro veces las noches en vela. Cuatro veces lo más importante de su vida. Cuatro razones para vivir y morir. Les había dado todo multiplicado por cuatro a cambio de nada. Cuatro veces crecía en su estómago el abismo de la duda cuando intuía la tristeza o el dolor de sus hijos. Cada uno de ellos era su única debilidad. Cuatro veces vulnerable. Cuatro veces feliz. Les había regalado el don de la palabra. Y solo exigía que no le dieran nunca las gracias.  Era su madre”.

(Víctor Juan: Aquellos días de luz y palabras, págs. 85-89, Sabara narrativa)




Víctor Juan recupera en su memoria la figura materna y destaca el enorme regalo que suponen  las primeras palabras que se conquistan a través de ella y el uso preciso y reconfortante que sabe hacer de la palabra en sus relaciones personales.

Como está cerca el Día de la Madre, os propongo que os sentéis un rato a pensar en vuestra madre. En la adolescencia marcáis mucha distancia, os encerráis en un mutismo a veces insoportable. El mejor regalo que podéis hacerle también son vuestras palabras.  Palabras de agradecimiento que pueden ir en forma de carta, de poema, de canción, …

8 comentarios:

  1. Si necesitáis inspiración, no dejéis de ver este vídeo:
    http://youtu.be/aqbr2HbhPuw

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  2. Muy bonita esta entrada y muy conmovedora. Sobretodo el primer párrafo, me ha gustado mucho.

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  3. Las madres son únicas, están a nuestro lado desde el primer segundo de nuestra vida. Ellas son las que nos dan de comer cuando somos pequeños, las que nos lleva al parque, la que nos viste por la mañana antes de ir al colegio, la que nos cuenta cuentos antes de irnos a dormir, las que nos ve crecer y nos hace reír. Pero hay etapas en nuestra vida que no nos comportamos adecuadamente con nuestra madre porque nos vemos mejor acogidos en nuestro grupo de amigos para contarles según qué cosas, pero esta etapa es una etapa transitoria. A pesar de esto nosotros somos sabedores de que nuestra madre siempre está ahí, detrás de nosotros. Por eso una madre es un gran tesoro que nunca podemos olvidar en este día, el día de la madre ni tampoco en los 365 días del año.

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  4. Hace pensar sobre todas las cosas que las madres hacen por nosotros, ellas son las que nunca nos van a fallar y aunque cometamos errores siempre estarán ahí para ayudarnos. Es cierto que cuando algo nos pasa ellas ya lo saben y intentan con sus palabras hacernos reflexionar.

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  5. Mi madre significa para mí, digamos, que es mi vida ya que fue ella quien me la dió, desde el minuto cero hasta el día de hoy me ha mantenido y criado, siempre está y estará a mi lado en las buenas y en las malas.
    Las madres son únicas y por muchas personas que lleguemos a conocer, ninguna podrá ocupar su lugar. Por todo aquello que hacen por nosotr@s y no lo reconocemos, les doy las gracias a todas las madres del mundo ya que darían la vida por nosotr@s, así como daríamos nosotr@s la nuestra por la de ellas, así como ellas han estado a nuestro lado desde el principio y nosotr@s con ellas hasta el final.
    Gracias mamá por darme la vida, por cuidarme, por haberme hecho vivir momentos especiales y por enseñarme el sentido de la vida.

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  6. La madre, es esa persona, que lo entrega todo por amor, por su hogar, por sus hijos y su familia. Es aquella que da topo por sus seres queridos y daría lo que fuera por estar siempre a su lado.
    Es cierto que hay muchos tipos de madres, pero siempre la nuestra será la más maravillosa, con la que podemos compartir miles de cosas.
    Para mí, ella es como una amiga, que guarda todos mis secretos, que me ayuda con los estudios, cura mis penas cuando sufro mal de amores y me cuida como una doctora cuando estoy enferma.
    Cuando somos jóvenes, muchas veces, no sabemos apreciar el valor que realmente tiene la madre, pero con el paso del tiempo nos vamos dando cuenta de lo mucho que amamos a nuestras madres y de lo mucho que las queremos.
    Y yo siempre me pregunto ¿Qué haría yo sin ti mama?

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  7. Hoy no es el día de la madre, ni el santo de mi madre, ni su cumpleaños, ni un día especial para ella... Hoy es un día cualquiera, uno en el que quiero agradecerle todo lo que soy y todo lo que tengo.
    Mi madre, esa persona que desde que supo que yo iba a venir al mundo, no me dejo abandonada ni un solo segundo, la que me enseñó a crecer como persona, aprendiendo a valorar las cosas que verdaderamente importan en la vida. Ella no será la más delgada ni la más guapa pero si es la mejor madre que puedo tener, la que comparte conmigo cada una de mis alegrías y en los malos días no se queda tranquila hasta que no me ve sonreír. No me imagino mi vida sin sus bromas, su sonrisa, su cariño, sus palabras... No me imagino mi vida sin ella.
    Como tú has dicho, en la adolescencia nos apartamos de ellas, de las personas que darían la vida por nosotros, no les demostramos lo que verdaderamente sentimos hacia ellas, ya sea por vergüenza o porque pensamos demasiado en nosotros. Yo muchas veces me he peleado con ella, como muchos adolescentes, pero siempre me he sentido mal tras la discusión, no se merecen que a veces les tratemos así por el simple hecho de que nos manden hacer algo que no queremos o no nos dejen hacer algo que deseamos con todas nuestras ganas.
    Las madres son lo más importante que tenemos, las que nos han dado la vida y las que nos han dado la oportunidad de vivir lo mejor que podemos. No dejes para mañana los besos que le puedas dar hoy.

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  8. Ya sé que hoy no es el día de la madre, pero para mí todos los días lo son. Muchas veces no expresamos nuestros sentimientos porque creemos que no es necesario, ella ya lo sabe, pero no está de más demostrarlo y la mejor manera es dedicarle un poco de mi tiempo a la persona que siempre me ha apoyado.
    Desde el día en el que pise este mundo no se ha separado de mí y espero que no lo haga nunca, sin ella yo no sería como soy. Ya que ha puesto todo su empeño y esfuerzo en inculcarme unos valores y una educación digna.
    Durante la adolescencia tendemos alejarnos de nuestros padres, pero más específicamente de las madres, ya que estamos en una etapa en la que atravesamos continuos cambios y en la cual creemos que nadie nos entiende, pero eso está muy alejado de la realidad porque todo lo que nosotros estamos pasando ellas ya lo han superado y realmente son quienes más nos pueden ayudar.
    En mi caso siempre respeta mis decisiones aunque a veces no sean las más indicadas, ya que aunque me apoya y quiere lo mejor para mí permite que como muchos dicen aprenda de mis propios errores. Yo creo que la mejor manera de mejorar y crecer como persona es enfrentándote a las dificultades, superarlas uno mismo y que no te den todo hecho. Del mismo modo como en todas las relaciones madre e hija no siempre las cosas van tan bien, porque además de momentos buenos también los hay que no lo son tanto, pero estos pasan desapercibidos, ya que tardamos muy poco tiempo en reconciliarnos y reconocemos los errores que hemos cometido.
    Por eso también encuentro en ella la mejor confidente y la que pase lo que pase no me va a fallar nunca. Puesto que es ella quien mejor me conoce y sabe lo que necesito en cada momento.

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