Fuente: XL Semanal (Número: 984. Del 3 al 9 de septiembre de 2006)
Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos,
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.
(Sonetos y Madrigales Completos, Gutierre de Cetina, Ediciones Cátedra - Letras Hispánicas, nº 146, 1981)
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