domingo, 12 de junio de 2022

Presentación en Caspe de Sílverti, Merche Llop


 



Ayer tuvimos la enorme alegría de presentar en Caspe la novela Sílverti, de Merche Llop Alfonso, traducción al castellano de la novela original en catalán que obtuvo el premio Guillem Nicolau en 2020. 

El acto fue organizado por el Centro de Estudios Comarcales del Bajo Aragón Caspe, en colaboración con el Ayuntamiento de Caspe y la editorial Prames. 

El dúo Ruido de fondo abrió la presentación  con  su música sugerente y vibrante.  A continuación, la presidenta del CECBAC, Isabel García Ortín, presentó a la autora, destacando su trayectoria profesional y literaria. Su intervención constituyó una defensa apasionada de los libros y la lectura, destacando esta lectura personal y emotiva. 

Por mi parte, realicé la aproximación general a la novela, antes de dar paso a las consideraciones de la autora. 

El acto se cerró con la declamación del poema epílogo del libro "Espejo", en la mágica voz de Marta Castelló, con acompañamiento musical de Ruido de fondo.




Aquellos que os acerquéis a la novela de Merche Llop vais a acceder a un ajuste de cuentas con las historias silenciadas del pasado.

La muerte de la madre, inesperada,  viene a convulsionar la vida de Sofía, la protagonista, quien inicia un viaje en tren hacia la casa materna en los primeros años de la transición democrática.

En ese tren  para asistir al funeral de la madre va a coincidir con Tomás, un tío que conoce parte de la historia familiar que ha sido silenciada durante décadas.

Este viaje circunstancial va a convertirse en un viaje de descubrimiento, de reconciliación con un pasado familiar que permite cerrar algunas heridas, un viaje de  recuperación de acontecimientos familiares que encierran las claves para entender a los más cercanos y también a uno mismo.

Es un viaje simbólico necesario, como nos decía Merche, pues la memoria recuperada va iluminando progresivamente las sombras del pasado de la protagonista: “Aquel viaje había sido como un sueño revelador” (p. 84).

“Fluían en Sofía unas reflexiones nuevas en su interpretación de la historia que intuía imprescindibles para poder vivir con cierta calma a partir de la no negación de lo sucedido” /p.88

Las palabras nombran sacando de la irrealidad todo el dolor y el sufrimiento, desafiando el  silencio impuesto dentro en el seno de tantas familias.  (“Ya sabes… Silencio y silencio. Tabú”, nos dice Sofía al hablar de los hechos que marcaron a su familia en el pasado).

La última guerra civil española constituye el hecho más dramático de la historia española del siglo XX, tanto por lo ocurrido en los tres años que duró, como por lo que seguiría durante muchos años posteriores durante la larga dictadura franquista. Muchos hechos fueron silenciados, algunas veces para siempre…

Entendemos, a la vez que la protagonista, que el silencio se instala en la vida de todos como forma de protección, para olvidar tanto sufrimiento y dolor. Sin embargo, el olvido no trae la paz necesaria, ni tampoco la comprensión. Deja a todos huérfanos, al no conocer los vínculos que les unen al pasado.

En unos momentos de confrontación social entre aquellos que prefieren pasar página y olvidar o los que apuestan por hacer visible lo que ha sido invisibilizado, Merche Llop antepone el valor de la memoria colectiva como forma de justicia hacia las víctimas.

Ahonda en la memoria colectiva indagando en sus raíces, en su propia historia familiar, con un homenaje conmovedor a las personas que han formado parte de su vida, sus raíces.

Y junto a esas personas queridas, el territorio, con referencias geográficas, sociales y políticas muy precisas.

“Mi pueblo está en lo alto de una explanada, tiene dos ríos y una ermita con unas pinyeres grandes y antiguas”, p. 57

“Despúés del túnel largo…, la ermita primero y los dos ríos, el pueblo, las montañas, los cipreses… Nuestro paisaje”, p. 84

 El viaje en tren, atravesando estaciones donde ha vivido en su infancia Tomás, el otro protagonista, permite evocar los episodios que marcaron  la historia reciente de esta tierra.  Estas gentes se expresan en una lengua de la franja catalana que se reivindica a cada paso como forma de caracterizar a las personas: palabras, expresiones, que son signos de identidad y de orgullo.

-“¡Ya hablas como en Penás! ¡Unos días solamente con nosotros y te has mimetizado lingüísticamente!”

-“Me pasa siempre en el pueblo. Me cambian las expresiones y la fonética” (p. 89)

“Cuando te escucho, oigo hablar a mi madre, a las tías…” (p.20)

Presente y pasado se entrelazan en una novela de secretos que irán desvelándose. Entre ellos, la afición a la escritura de la madre fallecida. Los cuadernos que conserva, junto a las cartas, enriquecerán el relato con otro punto de vista y nuevas aportaciones para recomponer esa historia familiar ocultada.

La protagonista necesita esa luz para reconciliarse con su familia y entenderlos y desde ahí  entender sus propias zonas de sombra y encontrar la paz.

Me interesa especialmente el juego metaliterario. Desde las primeras páginas Sofía confiesa su deseo de publicar una novela “sobre la guerra civil. También me interesa la etnología, las costumbres…Le estoy dando vueltas a la idea. De momento recopilo información” (p. 20)

El viaje de tres horas que comparten tío y sobrina hasta Penás (donde identificamos sin dudar a Nonaspe) da para una larga conversación en la que Tomás irá desgranando los recuerdos y anécdotas asociados al tiempo que vivió en las estaciones por las que pasan (Pradell (1934), Ribarroja (1936), Morell (1937), Fayón (1939), tiempos complejos anteriores a la guerra y durante la guerra. Sofía no deja de tomar notas y entiende que “con ese material de la guerra, la gente y las vivencias ya puede emprender la novela”, p. 91.

“No olvides que lo más importante de la escritura es el sentido que tú le das a las anécdotas que conoces, construir una trama desde tus sentimientos más profundos”, le aconseja su tío (p. 91)

“Los libros de historia muestran hechos documentados pero, para tener una información exhaustiva, es fundamental conocer el vínculo emocional de los protagonistas en el acontecer histórico”, reflexiona Sofía. Y añade:

“Me interesa que la trama de mi novela, de alguna manera, tenga relación con la vida de mi familia, marcada y condicionada para siempre por el asesinato de mi abuelo; especialmente mi madre, aunque ella jamás me ha hablado de eso”/p. 21

La segunda parte de la novela transcurre en Penás. La aparición del cuaderno que ha escrito la madre durante los tres años previos a su fallecimiento, junto con dos cartas escritas también por ella en dos momentos muy distantes en el tiempo,  incorporan un nuevo punto de vista narrativo y cierran el círculo al permitir “mirar de cara aquellos hechos tal y como los vivieron en su familia”.  Finalmente, Sofía puede conocer lo que necesitaba saber sobre el asesinato de su abuelo; conocer le permite “Encontrar un sentido diferente a la vida a través de la aceptación de que la crueldad palpita en el ser humano y, de repente, estalla con un instinto incontrolado” /p.88.  “Mi vida ha cambiado totalmente en una semana”,p.141, admitirá .

 La escritura libera y da un paso más al salvar con palabras ese pasado ocultado. Como nos recuerda Rosa Montero (La ridícula idea de no volver a verte): “La creatividad es justamente esto: un intento alquímico de transmutar el sufrimiento en belleza. El arte en general, y la literatura en particular, son armas poderosas contra el Mal y el Dolor”.

En definitiva, Merche Llop parte de una motivación personal al novelar su historia familiar pero lleva su relato a una dimensión ética donde cualquier lector puede cuestionarse la importancia de nombrar  todo lo que la generación de nuestros abuelos y padres callaron.

Merche ha liberado las voces de sus seres queridos; construye una trama sugerente con la recopilación de hechos reales e identificables que componen el marco político, social y emocional de una época, alejada de maniqueísmos, de los prejuicios sobre “buenos y malos” con los que nos acercamos a los hechos históricos (“gente buena hay en todos los sitios. Y perversa también” deja claro Tomás con su testimonio).

Aunque el pasado revele dolor y sufrimiento, solo su conocimiento permite construir un futuro más consciente, más justo, donde cabe el perdón o, al menos, la paz.

Merche Llop nos ofrece un relato bien construido, conmovedor, testimonio de muchas vidas, novela valiente para confrontar el pasado desde los sentimientos: sentir para entender, llegar al corazón para luego ir a la cabeza. 

Y de fondo, en la mejor línea de nuestro admirado escritor universal Jesús Moncada, la vida del pueblo, sus costumbres, sus modos de comunicarse, sus anhelos, sus pasiones... Para salvar una vez más, a través de las palabras, ese mundo perdido que ya no existe y que solo las páginas de un libro pueden retener y hacer perdurar

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