"Todos tenemos un libro que nos espera, de la misma manera que a todos nos aguarda el amor en algún sitio: la cosa es encontrarlos. Los que no disfrutan con la lectura son aquellos que no han encontrado aún ese libro, esa obra que les atraparía y les dejaría temblorosos y exhaustos, como siempre dejan las grandes pasiones. Lo siento por ellos".
(Rosa Montero)
Todos los años, el 2 de abril, el IBBY (International Board on Books for Young People) celebra el Día Internacional del Libro Infantil, con el fin de conmemorar el nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen. Cada año es un país miembro de dicha organización el encargado de realizar el cartel anunciador y el mensaje dirigido a todos los niños del mundo.
Este año la sección de España distribuye el cartel de la ilustradora Noemí Villamuza y el mensaje del escritor Eliacer Cansino, ganadores del concurso que convocó la OEPLI (Organización Española para el Libro Infantil y Juvenil) para conmemorar este día.
El lema de este año es Un libro te espera; ¡búscalo!
Todo lo que se haga en favor de difundir y potenciar la lectura entre los más jóvenes debe ser apreciado, aunque personalmente confío muy poco en la eficacia de los "días mundiales de...", visto el éxito de iniciativas dignas de todo elogio. Creo que es fundamental el ejemplo y ayuda de los adultos. Hay cantidad de obras que pueden leer y disfrutar, no necesariamente las escritas expresamente para ellos, a veces de dudosa calidad. No me gustan las adaptaciones, prefiero la selección de textos y completarla con una explicación o resumen del profesor.
ResponderEliminarUn saludo. Y felices vacaciones.
Desconocía ese día mundial dedicado al libro infantil. No me parece mal que se apoye este tipo de literatura. Aunque esto no tiene que reducirse a un día, es labor que hay que hacer continuamente. El libro infantil es más difícil de concebir de lo que parece, porque el público al que va dirigido es muy especial, muy exigente y además, como no es adulto, tiene que tener algo de aleccionador, y conseguir esto es muy difícil.
ResponderEliminarYolanda, yo que no soy nada amiga de los días prefijados en mi vida personal, sin embargo, no dejo pasar ninguno que pueda aprovechar para cantar y contar las bondades de la lectura. Son nuestros pretextos para enfocar la mirada sobre temas que nos interesan, afortunadamente, todos los días.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en que hay que ofrecerles textos originales, aunque sea solo una selección. Soy una nostálgica de aquellos "Senda" (¿alguien los recuerda?) que nos introdujeron a mi generación en la Literatura.
Un abrazo. Disfruta de tus vacaciones.
Miguel, sobre todo esta literatura se merece que se la mire sin condescendencia. Las buenas obras infantiles las disfrutamos a todas las edades y merecen ser reconocidas por su calidad, igual que la literatura dirigida a un lector adulto.
ResponderEliminarHola Esther:
ResponderEliminarEl calendario de conmemoraciones de la ONU, por ejemplo, está plagado de días surgidos a partir de tragedias y actos vertgonzosos, por lo que es una delicia recordar a uno de los escritores representativos de la literatura infantil para hacer todo el alarde del mundo y acercar los libros a los niños, disfrutarlos y crecer con ellos.
Recibe un cariñoso abrazo.
No conocía ni la fecha de celebración ni la excelente cita de Rosa Montero.
ResponderEliminarGracias por este regalo cultural, Esther
Más allá de la necesidad o no de un día celebrando el día infantil, me quedo con la cita inicial, la necesidad de buscar la lectura ideal. No me imagino la vida sin leer y eso es lo que deberíamos tratar de inculcar a nuestros alumnos.
ResponderEliminarMªEugenia, tú sabes mucho de acercar la literatura a los niños y de paso hacernos disfrutar a todos.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
José Mª, me encanta coleccionar buenas citas sobre la lectura, y esta me gusta especialmente. Seguramente porque la comparto al cien por cien. Hay libros que nos marcan y seguramente el encuentro con ellos es el que nos hizo lectores.
ResponderEliminarUn abrazo.
Julián, yo tampoco concibo la vida sin leer. Incluso aun cuando no tengo un libro entre manos, dedico mucha parte de mi tiempo a ello. Lo que tengo mis dudas es de que el gusto por la lectura se pueda inculcar. Como todas las pasiones la transmitimos por contagio. Por eso la animación a la lectura, como bien dices, no puede limitarse a días puntuales, es la esencia misma de nuestra labor docente. El mensaje no llega a todos siempre, pero ahí queda la sugerencia, la semilla. A veces yo he acudido a un libro recomendado por un profesor muchos años más tarde, incluso ya de adulta. Y por supuesto nunca olvido quién me ha recomendado una lectura si esta me ha conmovido especialmente.
ResponderEliminarUn abrazo.