viernes, 4 de febrero de 2022

Pienso, luego soy libre


Un filósofo que admiro enormemente, Emilio Lledó, reivindicaba, antes que la libertad de expresión, tan aclamada, la libertad de pensamiento, pues sin ella no podemos estar seguros de elaborar un discurso propio o coherente. 


Sin una mente libre, ¿cómo saber si realmente no estamos reproduciendo esquemas condicionados o heredados?

Mi no menos admirado escritor y ensayista José Luis Sampedro redundaba en la idea y ponía énfasis en la responsabilidad de la educación de crear pensamiento crítico, abrir la mente, que no es otra cosa que educar en libertad de pensamiento:


En este blog, de la mano del lingüista y activista Noam Chomsky, pudimos reflexionar sobre las sutiles maniobras de los medios de comunicación (¿miedos de comunicación?) para manipular nuestra mente. Ser consciente de ello nos permite saber si decidimos sobre nuestra vida o alguien se ha tomado ya la molestia de decidir por nosotros. 

El tema de la libertad se ha colado en el aula de 2º de Bachillerato, pues vamos a participar de nuevo en el concurso de artículos de opinión de la revista CRISIS, así que hemos empezado a hacernos preguntas, a diferenciar (libertad personal, sexual, económica, política, religiosa,...).

A nuestra ayuda acuden muchas citas que leemos, los poemas que disfrutamos, las canciones que nos acompañan y los ecos que hacen las lecturas o películas que nos han impactado.

Empezamos a recopilar, a poner en común. La semana próxima nos acercaremos al tema a través de la tertulia dialógica. Ya es la tercera vez que en este curso conversamos en clase de 2º de Bachillerato con esta herramienta didáctica y espero impaciente vuestras reflexiones. 


3 comentarios:

  1. Hace unos días, en clase pusimos en común todas las citas, imágenes y relatos que buscamos y que nos sugerían algo relacionado con la palabra elegida, libertad. Nos inspiró a todos para luego en casa realizar el ensayo, algo que me sorprendió es que la mayoría optamos por hablar de la libertad de expresión. Sin embargo me atrevo a decir que ninguno supimos relacionar la libertad de expresión con la de pensamiento tal y como lo hace Emilio Lledó. Él explica que es importante tener libertad de expresión, pero ¿De qué nos sirve si no nos conceden la libertad de crear nuestro propio pensamiento? La educación juega un papel muy importante, a través de ella nos formamos y somos capaces de tomar decisiones, el problema viene cuando esta queda manipulada por aquellos a los que les interesa que nuestro pensamiento esté limitado, para así asegurarse de que todo el mundo siga el mismo camino. Escuchar a Emilio me ha hecho reflexionar más sobre esto, ya que yo pensaba que la libertad absoluta se encontraba en el pensamiento, ahora sin embargo el pensar que este puede estar condicionado desde el primer instante en el que se empieza a formar debido a las influencias me hace tener muchas dudas sobre si la libertad absoluta existe.

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  2. Se nos pidió a los de 2º de Bachillerato que buscáramos películas, citas, poemas..., cualquier cosa que relacionáramos con la libertad, ya que teníamos que escribir un texto argumentativo para la revista Crisis relacionado con ese tema. Personalmente, elegí la libertad de pensamiento, porque creo que es la base del resto de libertades. También, escribí sobre la libertad de pensamiento relacionada con la de expresión y por mera casualidad escogí una cita de José Luis Sampedro, donde expresaba lo mismo que en el vídeo. ¿De qué nos sirve la libertad de expresión si no podemos mostrar lo que realmente opinamos?, bien sea porque alguien nos ha prohibido pensar de una forma distinta o simplemente porque lo que expresamos es una idiotez que no ha tenido una reflexión. Pienso firmemente que una solución a este problema, como bien dice José Luis Sampedro es la educación y educar a los alumnos para que tengan un pensamiento crítico, que es fundamental para enfrentarse a la vida.

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  3. Hace unos días en clase nos propusieron hacer unas reflexiones acerca de que es la libertad y como la enfocamos cada uno personalmente. Me sorprendió mucho que cuando nos preguntaron si verdaderamente nosotros creíamos que éramos libres, todos o la gran mayoría de los presentes en clase levantaron la mano afirmando que ellos si eran libres. En un primer momento yo también estaba de acuerdo con los demás. En cambio, después de relacionar con nuestra vida diaria los tipos de libertades que podemos disfrutar me dí cuenta que realmente solo gozamos de la libertad de pensamiento. A la vez, leyendo las palabras de Emilio Lledó me di cuenta que la educación juega un papel muy importante. Sin cierta educación y un buen sentido crítico nunca llegaremos a ser libres intelectualmente. Es por esto que para conseguir ser verdaderamente libres tenemos que partir de una correcta educación y ya empezar a pulir nuestro libertad de pensamiento.

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