72 kilos |
Para vivir no quiero
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!
Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo».
En estos días de confinamiento hemos descubierto que somos felices con placeres sencillos y muy básicos: un rato de lectura, un paseo, un abrazo, una conversación con amigos,... Ahora que no lo tenemos, los valoramos mucho más que antes.
El nuevo reto de "El patio de Babel" nos lleva a adquirir compromisos de futuro con la vida que queremos llevar después del confinamiento. Os animo a participar con vuestras reflexiones: ¿Qué no quieres en tu vida ya? ¿Qué vas a crear en tu vida con los aprendizajes de estos días?
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