Las palabras son barcos
y se pierden así, de boca en boca,
como de niebla en niebla.
Llevan su mercancía por las conversaciones
sin encontrar un puerto,
la noche que les pese igual que un ancla.
Deben acostumbrarse a envejecer
y vivir con paciencia de madera
usada por las olas,
irse descomponiendo, dañarse lentamente,
hasta que a la bodega rutinaria
llegue el mar y las hunda.
Porque la vida entra en las palabras
como el mar en un barco,
cubre de tiempo el nombre de las cosas
y lleva a la raíz de un adjetivo
el cielo de una fecha,
el balcón de una casa,
la luz de una ciudad reflejada en un río.
Por eso, niebla a niebla,
cuando el amor invade las palabras,
golpea sus paredes, marca en ellas
los signos de una historia personal
y deja en el pasado de los vocabularios
sensaciones de frío y de calor,
noches que son la noche,
mares que son el mar,
solitarios paseos con extensión de frase
y trenes detenidos y canciones.
Si el amor, como todo, es cuestión de palabras,
acercarme a tu cuerpo fue crear un idioma.
Ha sido el poema que más ha llamado mi atención, escrito por un gran poeta y crítico literario español como lo es Luis García Montero.
ResponderEliminarEl poema empieza hablando sobre la historia o por decirlo de otra manera, sobre la vida de las palabras, las cuales viajan libremente en nuestro lenguaje pudiendo aparecer en cualquier momento, y que sin poderlo evitar estas palabras van cambiando, transformándose, y que finalmente acaban por desaparecer... Aunque a medida que avanza el poema cambia el uso de esas palabras que pasan a tomar un sentido más personal. La conclusión final es que acercarse a ella para él ha sido como algo nuevo y grande difícil de comprender.
El poema me ha incitado a buscar más información y más obras del poeta que igual que esta no me han defraudado.
Daniel Sancho