"Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj"
(CORTÁZAR, Julio: "Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda a un reloj")
Cuando nos referimos en clase a la actualidad de los clásicos es a esto a lo que nos referimos. Cambiad reloj por teléfono móvil y veréis la lectura actual, la escalofriante verdad de este pequeño relato de Julio Cortázar. La enorme dependencia que hemos contraído con estos dispositivos debe hacernos reflexionar sobre nuestras cotas de libertad. Os ofrezco un nuevo pre-texto para la opinión en esta ventana de la asignatura y de paso os comento que los cuentos de Cortázar están incluidos en la lista de lecturas optativas del tercer trimestre. Si os ha parecido sugerente la lectura de este texto, os aseguro que el resto de relatos no os va a defraudar.
En una entrada anterior ya veíamos cómo la publicidad no desaprovecha la intertextualidad con la buena literatura. La voz pertenece al propio Cortázar.
En una entrada anterior ya veíamos cómo la publicidad no desaprovecha la intertextualidad con la buena literatura. La voz pertenece al propio Cortázar.
Este tema me parece muy importante , el móvil hoy en día es algo fundamental.
ResponderEliminarYa que nos esta perjudicando sin darnos cuenta así como dejar las tareas o el estudio al último momento o llegar hasta no hacerlo.
La dependencia que sentimos debe hacernos recapacitar. Gracias, Hanan
EliminarYo creo que en algunos casos si que estamos "atrapados" al teléfono móvil, como los jóvenes que lo usamos para chatear por el Whasshap y para otros usos que nos distraen de otras tareas que deberíamos hacer.
ResponderEliminarPero hay en otros casos como el de los empresarios que el móvil es una herramienta indispensable en su trabajo, ya que con el avance de la tecnología les facilitan muchas cosas.
Como en tantas ocasiones, el problema no está en el objeto sino en el uso que hacemos de él.
EliminarMe alegra verte por aquí, David.
Hoy en día, la sociedad y sobre todo los jóvenes abusamos del teléfono móvil, tanto para comunicarnos, como para jugar o chatear. Por esto, muchas veces se nos va el tiempo sin darmos cuenta, un tiempo que perdemos de estar con los amigos, de estudiar, de estar con la familia... Yo pienso que hoy en día sí que es importante tener un teléfono móvil para el trabajo, para cuando sales de viaje... Pero a veces el uso del móvil se nos va de las manos, es más, no sabemos salir de casa sin él y si nos lo olvidamos, volvemos a buscarlo. Caso similar a lo que le pasa a otras personas con el reloj de pulsera, que no saben estar sin él.
ResponderEliminarIntuyo que es más adictivo el móvil que el reloj de pulsera... Pero ya es importante darse cuenta y valorar como haces el tiempo de calidad que compartimos o el tiempo que necesitamos para estudiar y formarnos. Un abrazo, Malina.
EliminarEl móvil se empezó a utilizar como una necesidad para los adultos,pero hoy en día es un vicio para los jóvenes.
ResponderEliminarAntes los móviles no tenían cámara,reproductor de música ,whatsapp...etc y solo se utilizaba para llamar y mandar mensajes.Para los jóvenes de hoy en día ya es un vicio,es como una parte del cuerpo ,que sin ella no puedes vivir.
Ahora estamos tan enganchados al móvil que cuando salimos a la calle sín el nos sentimos incómodos y volvemos a buscarlo , estamos tan preocupados por si se nos ha rayado la pantalla, si se le ha acabado la batería es decir que somos su posesión y no al revés.
Saludos Esther, llevo un tiempo leyéndome tus entradas en el blog y no encontraba ninguna que me llamara realmente la atención pero cuando he encontrado esta me ha sorprendido bastante y me ha llevado a darme cuenta de la razón que tiene, cuando te regalan un móvil (en este caso) vas a estar a su “disposición” casi todas las horas, vas a ser esclavo de él, cuando el verdadero regalo es el móvil y no tu esclavitud. Ayer, estaba comentando esto mismo con mi familia. Hablábamos de las necesidades innecesarias, de cómo nos generan el deseo y nos manipulan para comprar y conseguir el objeto en cuestión. El móvil por ejemplo. ¿Es necesario? Vale, es práctico, va bien y es cómodo. Claro que todo depende en para que se va a utilizar, los adolescentes de hoy en día (me incluyo a mí misma) lo utilizamos para chatear, escuchar música, navegar por las redes sociales… es decir, para pasar el tiempo, escasas veces o casi nunca lo utilizamos para cosas que nos sirvan en nuestros estudios. Yo creo que el móvil no es necesario, ¿hay alguien tan necesario que requiera estar permanentemente en situación de ser abordado? Ya sé que se puede conectar y desconectar a placer pero se adueña de ti y ya no lo desconectas. Y sí que es verdad que los mensajes SMS ayudan a comunicarse pero impide atrevernos a decir algo cara a cara. Como el reloj de Cortázar, el móvil no es un regalo, tú eres el regalo que le hacen al móvil. Y al coche. Y a la tele.
ResponderEliminarDe todas las entradas que he estado leyendo esta es la que sin duda más me ha merecido la pena leer. Julio Cortázar ha definido exactamente a la sociedad de hoy en día. Muchos adolescentes, por no decir todos, incluso ahora ya también bastantes adultos vivimos pegamos a una pantalla.
ResponderEliminarAunque algunos no lo sepan viven para su móvil, se pegan la mayor parte de su tiempo usándolo, ya sea para jugar, hablar, ver fotos.. o incluso para simplemente tenerlo en las manos y de esto muchos no se dan cuenta, porque nunca se lo han replanteado, no podrían pasar un día sin móvil, según dicen ellos, pero quien no arriesga no gana.
Yo siempre que voy a los campamentos pienso lo mismo: 'que voy a hacer sin mi móvil, la de cosas que me voy a perder...' pero luego realmente, una vez pasan los días pienso lo contrario: 'que bien sin el móvil, la de cosas que me hubiera perdido'. Y es la pura verdad, el rato que estás sin móvil puedes hacer exactamente lo mismo que si lo tuvieras pero aún mejor, puedes hablar con las personas cara a cara, vivir experiencias reales...
Hoy en día yo he llegado a ver a gente, que estando el uno enfrente del otro se están hablando o comunicando por medio de sus teléfonos, y eso es muy deprimente, se pierden la magia de la vida...
Admito que el uso del teléfono, en ocasiones resulta entretenido, ya que es muy práctico y puedes hacer miles de cosas con él, pero estamos empezando a consumir nuestra vida de una forma estúpida por su culpa, bueno más bien por la nuestra, porque somos los culpables de usarlos, de juzgar a alguien por el móvil que lleva, por los mg que tiene en una red social, por los seguidores, por lo puesto que está en tecnología.. y en esto no se basa una persona, las personas somos algo más que una pantalla táctil, somos gente inteligente, capaces de hablar, sentir, correr, pero sin embargo algunos prefieren traspasar la pantalla y vivir dentro de las redes sociales.
Algunos cuidan más a su móvil, su identidad en Internet, sus amigos virtuales, que su vida real..
Ahora hay un juego al que se está empezando a jugar en algunos bares que es quien primero coja el móvil paga, y ojalá se pusiera de moda en todos los garitos, porque parece que le demos de comer al teléfono, le damos más importancia a él que a nosotros mismos.
¿Por qué cuándo se cae un amigo nos reímos pero cuándo se nos cae el móvil sufrimos tanto? ¿Por qué pensamos qué sin móvil nos morimos y antes vivían más que felices sin uno? ¿Por qué nos resulta más fácil hablar por el móvil que a la cara?
Hay tantos porqués que ni el móvil sabe la respuesta de todos.
Los móviles son para relacionarse con el mundo lejano y para pasar el tiempo. Si no se usan correctamente, son como una droga y los jóvenes se vuelven mas dependientes del móvil que de la vida real y si se les pierde el móvil no saben cómo usar su tiempo. En mi opinión los móviles deberían estar prohibidos hasta los 18 años.
ResponderEliminarCuando nos regalan un móvil, nos crean una dependencia.
ResponderEliminarEl móvil es el aparato actual por el que mucha gente estaría dispuesta a pagar, ni se sabe lo que estaría dispuesta a pagar. La gente paga grandes cantidades de dinero por un móvil que tiene algunas mejoras, por lo que los móviles ya no sólo crean dependencia de uso, sino también de comprar el mejor del mercado.
Además, los móviles crean una gran dependencia ya que la gran mayoría de nosotros, abrimos corriendo el móvil cuando lo sentimos vibrar porque hemos recibido un mensaje. También pasamos mucho tiempo jugando a juegos en él, con las redes sociales… Lo peor de esto es que cuando perdemos o se nos estropea el móvil, no somos capaces de estar sin móvil, tenemos la necesidad de que nos lo arreglen rápidamente o de comprarnos otro nuevo.
Las personas deberíamos pasar más tiempo relacionándonos en persona con los demás, saliendo a pasear, leyendo libros… No está mal usar el móvil, pero hay que tener cuidado con abusar de su uso.
En conclusión, deja el móvil en casa y sal a la calle a vivir tu vida sin dejar que el móvil se apodere de ella.
El móvil es un aparato con el que pasamos todos los días horas y horas mirando la pantalla.
ResponderEliminarEste aparato nos mete en una burbuja en la que pasamos de todo lo ocurre a nuestro alrededor y nos centramos únicamente en los mensajes y noticias que nos mandan, creando así un comportamiento de dependencia con el resto de la sociedad.
Pero este aparato que actualmente es lo “más necesario” para vivir, según la mayoría de las personas, nos puede llevar a olvidar en muchas ocasiones cosas tan simples como la ortografía, ya que en los cientos de mensajes que se escriben a diario nos “relajamos” a la hora de su escritura, ponemos abreviaturas, muchas palabras nos da igual que vayan con b o v con tal de que lo entiendan a las personas que va dirigido, no le damos importancia. Pero esto causa que a la hora redactar textos en cualquier asignatura, cometamos errores tontos que ni nosotros mismos sabemos como hemos podido escribir eso así.
Cada vez desde más pequeños se empieza a usar el móvil y esto puede causar futuros aislamientos sociales y diversos problemas, ya que se centran tanto en jugar con el móvil y haciendo otras cosas, que sin darse cuenta están perdiendo todo esa etapa en lo que lo más importante es divertirse con los amigos y salir a jugar a la pelota o correr etc.
En conclusión, hay que hacer un uso responsable de los móviles ya que nos aislan de lo bueno que tiene la vida.