Jeannette Woitzik |
Los días van tan rápidos en la corriente oscura que toda salvación
se me reduce apenas a respirar profundo para que el aire dure en mis pulmones
una semana más, los días van tan rápidos
al invisible océano que ya no tengo sangre donde nadar seguro
y me voy convirtiendo en un pescado más, con mis espinas.
Vuelvo a mi origen, voy hacia mi origen, no me espera
nadie allá, voy corriendo a la materna hondura
donde termina el hueso, me voy a mi semilla,
porque está escrito que esto se cumpla en las estrellas
y en el pobre gusano que soy, con mis semanas
y los meses gozosos que espero todavía.
Uno está aquí y no sabe que ya no está, dan ganas de reírse
de haber entrado en este juego delirante,
pero el espejo cruel te lo descifra un día
y palideces y haces como que no lo crees,
como que no lo escuchas, mi hermano, y es tu propio sollozo allá
en el fondo.
Si eres mujer te pones la máscara más bella
para engañarte, si eres varón pones más duro
el esqueleto, pero por dentro es otra cosa,
y no hay nada, no hay nadie, sino tú mismo en esto:
así es que lo mejor es ver claro el peligro.
Estemos preparados. Quedémonos desnudos
con lo que somos, pero quememos, no pudramos
lo que somos. Ardamos. Respiremos
sin miedo. Despertemos a la gran realidad
de estar naciendo ahora, y en la última hora.
De “Contra la muerte” (A media voz), in memoriam Gonzalo Rojas.
Escúchalo en la voz de su autor en la web de la Biblioteca Virtual "Miguel de Cervantes".
Precioso, Esther. Una vez más, gracias por compartir todas estas cosas bonitas que tú descubres con los que te seguimos.
ResponderEliminarAfortunadamente muchos poetas han puesto palabras a tantos sentimientos y pensamientos que compartimos. Gracias a ti por asomarte por aquí y dejar tu comentario. Un beso.
ResponderEliminarQuiero también recordar con vosotras a Gonzalo Rojas. Unos versos preciosos y una trayectoria excelente la suya. El cervantes lo tuvo bien merecido.
ResponderEliminarSaludos
MArian
Lástima que sus versos, como tantos otros, vengan a recordar su ausencia. Deberíamos hacer más presente la poesía en vida de sus autores.
ResponderEliminarUn abrazo, Marian.
Poesía entre desgarradora y esperanzadora. Muy bella entrada.
ResponderEliminarUn abrazo muy cariñoso, querida Esther.