Leer muchas veces es como adentrarse en un bosque. Todos los sentidos se sumergen en el disfrute de un entorno variado y sugerente. A veces el bosque deviene inquietante, misterioso. Entrar en el bosque es iniciarse en un recorrido inesperado, abierto a aventuras sorprendentes. En ocasiones, en el bosque nos perdemos, la confusión con la ficción y la realidad puede ser total. Normalmente, el recorrido llegará a su fin y volveremos a casa, aunque ya no seamos los mismos.
2011 es el Año Internacional de los Bosques. En este contexto la guía de lectura de Civican nos orienta con una selección de las especies más destacadas entre la frondosa vegetación editorial:
"Sus 218 ejemplares aportan savia nueva para devoradores de libros, intrépidos rastreadores o arborícolas cotidianos. (...)
Su arbolado presenta cuatro zonas diferenciadas: Bosque bajo (libros para bebés, niños y jóvenes), Bosque alto (obras para personas adultas), Bosque de letras (títulos sobre libros y lectura) y Bibliotrufas (obras exquisitas sin edad)."
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