martes, 16 de febrero de 2010

La profesión más hermosa

Hace unos días leía una reflexión certera, que se me quedó grabada, aunque no consiga recordar dónde la encontré (pienso que en una de mis excursiones por la página de Deseducativos).
Convenía en que, aparte de cada familia, el sector social que más desinteresadamente se estaba preocupando por los jóvenes en la sociedad era la clase docente, ya que es el único colectivo que no está interesado ni por su dinero ni por sus votos, sino exclusivamente por su mejora personal. En una sociedad tan mercantilista como la nuestra, que existan profesiones que tengan como objetivo convertir a alguien en mejor de lo que era, potenciando sus capacidades, debería llenarnos de orgullo... si tuviéramos el respaldo social suficiente como para llevarlo a cabo en las condiciones idóneas.
Esta mañana acompañaba mi café con la entrevista que la revista de ANPE de este mes realiza a Inger Enkvist, a quien también conocía a través de la página de Deseducativos. Esta profesora sueca ha denunciado en numerosos ensayos los males de la educación y la enseñanza en la Europa de hoy en día. Os invito a que leáis la entrevista completa de la autora de La educación en peligro en este enlace. Maneja argumentos de sentido común que llevamos años reivindicando los profesores que no voy a detallar. Sólo me quedo hoy con un mensaje positivo, pienso que estamos necesitados de ellos en este momento:

"Ser profesor es la profesión más hermosa que existe, la
central en la sociedad, la continuación de ser padre.
Querer bien a la profesión docente es querer bien a la
sociedad –porque somos los que preparamos su futuro–
y querer bien al ser humano en toda su capacidad
para maravillarse, para aprender, para participar.
Aprender es como tener más brazos y piernas, como
tener unas antenas para captar mejor la realidad. Lo
que estamos aportando a los alumnos no es más que
la maravilla de vivir".



La casualidad me ha llevado hoy al reino de Trapisonda y de allí a las declaraciones de Sonia Martínez Megía en Solodelibros. Su declaración de principios me conmueve:

"No sé si lo seré siempre, profesora, digo. Pero sí que sé que mientras lo sea, lo voy a disfrutar tanto como lo hago hasta ahora. Porque me he prometido un millón de veces que cuando no lo disfrute lo dejaré. Y espero cumplir mi promesa. Porque esta profesión es tan apasionante como exigente. Yo también me decepciono, y les intento sacudir la conciencia, y me desespero. Pero aún, y espero que por mucho tiempo, me compensa" .

Me divierte mucho descubrir la imagen con la que abre el post Purificación López en Trapisonda, porque es una viñeta de Forges que guardo para cuando esté muy desesperada. No sé cómo he tardado tanto en compartirla:

10 comentarios:

  1. Esther, yo también atesoraba ( como otras tantas...) esa viñeta para situaciones de crisis. De hecho, cuando algún día llego a casa, después de una mañana difícil en el insti, y me preguntan qué tal me ha ido, siempre contesto haciéndole un guiño al gran Forges: " Ummmm...digamos que...complejo".
    Gracias por pasarte por mi blog y por descubrirme el tuyo.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Estupendo blog; lo he descubierto casualmente y me ha gustado mucho: provechoso, conciso, completo y luminoso.Gracias x tu dedicación. Un saludo

    ResponderEliminar
  3. Trapisonda, Forges es genial y sintetiza muy bien ideas que darían para un ensayo ;-)
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Gracias por tus elogios, Inma. He pasado por tu blog y me ha fascinado: derrocha creatividad. Enhorabuena.

    ResponderEliminar
  5. Siempre he defendido a ultranza la profesión de maestro y no soporto a quienes la viven como una condena o a los que la menosprecian, y abundan tanto... No nos faltan enemigos y detractores, y sobre todo "zancadilleros", ignorantes y otras hierbas. Parece que últimamente no encuentro más que problemas: alumnos desmotivados, padres desinteresados, autoridades exigentes e injustas..., ya sabes, esto va por rachas. Pero,a pesar de todo, voy cada día al colegio con ganas de hacerlo mejor que el día anterior. Los niños son complicados, como lo es la vida en general. Intentar mantenerlos en una burbuja es absurdo, pero hacerles comprender la realidad es imposible. ¿Qué hacer, entonces? Pues trabajar con paciencia, a ser posible sin agobios (¡ahí es nada!) y poniendo alma y corazón en lo que se hace.
    Te voy a mandar un correo en plan irónico que me llegó el otro día, a ver si te ríes un rato como yo.
    Un saludo, colega.

    ResponderEliminar
  6. Vaya, me ha gustado mucho esta entrada. Y me he sentido muy identificada. Te invito a que visites mi blog. Un saludo

    ResponderEliminar
  7. Magnífica la entrevista, gracias por compartirla. Crítica sin derrotismo, en lugar de invitar a llorar en el muro de las lamentaciones invita a la acción. Tiene un montón de frases para enmarcar.

    ResponderEliminar
  8. Yolanda, pasamos momentos difíciles, pero siempre remontamos con ilusión. Muy divertido tu correo; un pelín exagerado. ;-))

    Edelia, gracias. Ya me he pasado por tu blog. Felicidades por tu premio. Disfrútalo.

    Elisa, la entrevista es muy lúcida. Me alegro de que te haya gustado. Un saludo.

    ResponderEliminar
  9. Estupenda entrada, Esther, y muchas gracias por el enlace.

    Un saludo.

    David L. S. (Deseducativos)

    ResponderEliminar
  10. Gracias también a vosotros, David, por la mirada crítica que aportáis en vuestro blog "Deseducativos". Espero contribuir un poco a difundir vuestros planteamientos.
    Un saludo.

    ResponderEliminar