domingo, 29 de septiembre de 2024

"Literatura para vivir", Merche Caballud


 

Merche Caballud Albiac ha sido nombrada socia honorífica de la Asociación de Amigos del Castillo del Compromiso de Caspe.

Acompañada del cariño de amigos, ex alumnos, vecinos de Caspe y representantes de las instituciones locales, Merche Caballud departió acerca de la "Literatura para vivir".

(Imagen: AVILA)


Este homenaje sincero surge de la necesidad de agradecer un trabajo sostenido en el tiempo, difundiendo con pasión la lectura, el compromiso con una manera de entender la educación y la contribución inestimable en el desarrollo de diferentes proyectos y programas.


Merche mantiene el asombro y la curiosidad de quien nunca ha dejado de aprender y tiene el don de la comunicación, para transmitir su saber de manera sencilla y cercana. Ella nos va a contar siempre, como decía Juan de Mairena, el imaginario profesor de Machado, “lo que pasa en la calle”, no “los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa”. Su rigor académico se muestra digerible en virtud de su sencillez natural y su sentido del humor innato. Merche es una gran comunicadora, una facilitadora, una mediadora para que el saber nos llegue a la mano, como quien ofrece el pan que necesitamos cada día; o mejor, un vaso de agua.  Con naturalidad, sin estridencias y con mucho amor.


(Imagen: AVILA)

Merche Caballud departió sobre diferentes aspectos conectados a la  “Literatura para vivir” y, si hacemos un recorrido de su camino de vida, la encontramos desde muy joven unida a la lectura y a su difusión.

Los primeros libros llegaron a Merche de la mano de un bibliotecario y maestro, también socio honorífico de esta Asociación, el señor Alloza.

Con los años su vocación la llevó a estudiar Filología Románica Hispánica en Barcelona. Con su compañero de vida, Ramiro  Moreno, llegará  a Caspe donde ejerció cuatro años como docente, de ahí se trasladaron a Vilanova i la Geltrú, luego a Barcelona (donde destaca la influencia pedagógica de la profesora Carmen Pleyán) y, finalmente, saca su plaza de oposición  y toma posesión de su plaza en el IES Ramón J. Sender de Fraga, donde culminará su etapa docente hasta la jubilación.

Nunca se desvinculó culturalmente de Caspe, participando en tertulias y grupos de lectura, para conversar sobre sus libros recomendados o  difundir la poesía de  sus admirados Antonio Machado o Miguel Hernández.

En su larga trayectoria profesional en el IES Ramón J Sender de Fraga, Merche Caballud combinó sus clases con la colaboración en el centro de profesorado y las tertulias literarias, tanto en la biblioteca como en su propia casa.

En esos años Merche hacía planteamientos innovadores y multidisciplinares para enseñar Literatura en el aula. Sin llegar a ser iconoclasta, entendía perfectamente que los alumnos no se contagiasen de la magia de la literatura a través de los ejercicios del manual, por lo que siempre exploraba otras vías, más conectadas a la vida y a la experiencia del alumnado.

La formación del profesorado es una de las vías de intervención de Merche Caballud en esta etapa. Fue constante la publicación de guías y reseñas en el Centro de Profesorado y Recursos con lecturas comentadas (“Libros para animar a leer y escribir”). A través de sus recomendaciones, profesores y familias conocimos a Víctor Moreno, Daniel Pennac, Teresa Colomer o Michèle Petit, entre otros destacados referentes de la lectura y la escritura. O conocimos experiencias de primera mano, como el Bubisher, un proyecto de bibliotecas y bibliobuses para los campamentos de refugiados saharauis, en el que se implicó incluso colaborando en la primera aportación de libros.

En el curso 92/93 Carmen Carramiñana, maestra de Ballobar y participante de los movimientos de renovación pedagógica que se fraguaban en la Escuela de Verano del Alto Aragón,  solicitó  a Merche asesoramiento como especialista de literatura infantil y juvenil para despertar la afición a la lectura en los niños de Infantil y Primaria.

Merche propuso crear grupos de lectura con docentes, familias, bibliotecarios (“la apuesta por el triángulo”).  Esta idea se concretó en el programa “Leer Juntos”, un proyecto que  supuso un gran impacto social y cultural en la población de Ballobar en su fase inicial (en un pueblo de unos mil habitantes, se involucraron casi cien personas) y que no paró de crecer. Cierto es que Ballobar tenía un tejido asociativo muy participativo, contaba en los años 80 con el primer Centro de Recursos de la España democrática y el colegio había anticipado la Reforma educativa, por lo que había un caldo de cultivo propicio para acoger este proyecto.

El modelo se trasladó de  Educación Primaria en Ballobar a  Educación Secundaria en el IES Ramón J. Sender de Fraga y se consolidó gracias al interés común y la red de afectos generada por el entusiasmo de estas docentes y bibliotecarias.

Cuando se cumplieron los diez años de estos encuentros, se celebraron las I Jornadas aragonesas de Bibliotecas escolares y promoción de la lectura (8-10 de mayo de 2003).  Sería el primer encuentro de muchos otros, con carácter autonómico o nacional, con impacto directo en un nutrido grupo de profesores vinculados a la docencia y por tanto a la promoción de la lectura.

El programa siguió su expansión (de 26 grupos de lectura en Huesca ha llegado a tener más de 200 grupos en todo Aragón).

 “Leer juntos” obtuvo el Premio Búho en Aragón y en 2005 obtuvo el Premio Nacional de Fomento de la Lectura, un galardón de reconocido prestigio que reconocía el impacto de la lectura y de la difusión cultural.

La antropóloga francesa Michèle Petit , que centra sus investigaciones en la lectura y su relación con los libros y las bibliotecas, inspira parte de la actividad de esta profesora en estos años al confirmar con sus ensayos y estudios que la línea de intervención que han iniciado es adecuada.  En sus palabras podemos atisbar qué es exactamente lo que se pretende:

 “Es forjar un arte de vivir cotidiano que escape a la obsesión de la evaluación cuantitativa, es forjar una atención. Es llegar a componer y preservar un espacio muy diferente que privilegie el juego, los intercambios poéticos, la curiosidad, el pensamiento, la exploración de sí y de lo que nos rodea. Es mantener viva una parte de libertad, de sueño, de algo inesperado”.

(Leer el mundo, Michèle Petit)

 

Este programa sigue inspirando a los docentes y animadores de lectura, tanto en Aragón como en otras comunidades o incluso otros países.  En la actualidad, es uno de los programas educativos que promueve y apoya el Gobierno de Aragón en sus centros educativos. (Junto a este, quiero destacar también  la enorme repercusión de otro programa que nació casi a la par en Fraga, en el IES Bajo Cinca, ideado por su bibliotecario, Julio Moreno, “Poesía para llevar”).

Merche Caballud coordinó el Programa Provincial de Bibliotecas Escolares junto a su amiga inseparable Carmen Carramiñana en la provincia de Huesca (2001-2007) realizando una labor transformadora pueblo a pueblo, al estilo de las “Misiones pedagógicas”.

Michèle Petit pone el foco en los mediadores de lectura:

“…no es la biblioteca o la escuela la que despierta el gusto por leer, por aprender, imaginar, descubrir. Es un maestro, un bibliotecario que, llevado por su pasión, y por su deseo de compartirla, la transmite en una relación individualizada”

 (41 ideas para reflexionar sobre libros, escritores, bibliotecas, escuelas, grupos de lectura… en la cena de celebración de los 10 años de Leer juntos, idea 24, Ballobar 2003)

 

En 2009 Merche Caballud recibe la Cruz de José de Calasanz, premio honorífico del Gobierno de Aragón que reconoce “la inmensa labor desarrollada al fomento de la lectura, la escritura, las bibliotecas escolares y los grupos y tertulias literarias”.

Conectada a toda esta actividad relacionada con la lectura, surge una obra maravillosa, que quiero recordar. En 2015, se publica Pan de lectura, un proyecto divulgativo global, coordinado por Merche Caballud.

El título es un juego de palabras (pan de lecturas/plan de lecturas) remedando uno de los posibles planes de fomento lector que curso tras curso promueven las administraciones educativas. Pero va más allá: ¿Cómo no recordar aquí el discurso inaugural de la biblioteca de Fuente Vaqueros por parte de Federico García Lorca (Fuente Vaqueros, Granada, septiembre de 1931):

No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. (---)

Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio del Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.

Este excelente trabajo reunió  las aportaciones más innovadoras del momento, provenientes de todos los ámbitos conectados a la lectura y la escritura(profesores, escritores, editores, responsables de todo tipo de instituciones, padres y madres, alumnos y alumnas...  ) y aspiraba  a llegar a toda la comunidad educativa.

En la contraportada sintetiza su propósito: (así, el prefijo “pan”, que significa “todo” en griego,  aporta un nuevo significado al proyecto):

En este libro se habla de la comunicación: de leer y de escribir, de hablar y de escuchar. Es difícil formar al alumnado en estas habilidades. Para quienes las poseen no resulta sencillo describir los caminos por los que avanzaron hasta alcanzarlas. El proceso es complejo porque se nutre de un gran número de experiencias y de estímulos. No existe un alimento único para nutrir a los que se forman. Existen muchos diferentes, todos necesarios, ninguno insustituible. Este Pan quiere acompañarlos todos. Sugiere sin imponer, propone sin jerarquizar, expone sin preferir. El continente como trasunto del contenido: caos aparente en la adquisición de la competencia comunicativa.

Esta declaración de intenciones, tremendamente respetuosa con los ritmos y estilos de aprendizaje de cada cual, es un distintivo que siempre ha caracterizado a Merche Caballud. En sus grupos de lectura todos se sienten cómodos y libres.  E igualmente da testimonio del compromiso social de llegar “a la inmensa mayoría”, a todos.

Desde su jubilación, hace unos quince años, Merche Caballud, se ha asentado en un pequeño pueblo del Sobrarbe de 22 habitantes, Borrastre, donde disfruta de la naturaleza y de su maravillosa familia y vecindad.

Decía Machado que “hoy es siempre todavía”, así que  su jubilación laboral no ha implicado un cese de las actividades que le mueven y conmueven, más bien al contrario.

En la actualidad, participa en la tertulia literaria de la biblioteca de Boltaña, en un grupo de lectura de Zaragoza y coordina los encuentros literarios también en Borrastre.

Además, organiza un encuentro cultural: Primavera de palabras”, un programa variado donde la presentación de libros, novelas o poesía, se enriquece con la propuesta de exposiciones de fotografías o ilustraciones, las conferencias, la música, los títeres o los talleres literarios.

Llevada por su entusiasmo, ha puesto en marcha, con donaciones voluntarias, la que quizá sea la biblioteca pública abierta del pueblo más pequeño de España (o quizá del mundo).  Esta peculiaridad ha atraído el foco mediático y ha despertado el interés de la prensa, con entrevistas en varios periódicos,  y de algunos encuentros de profesionales de bibliotecas. Así, en la segunda edición de “Bibliocatessen” (23-25/02/2024), un encuentro de profesionales de bibliotecas ideado y coordinado por Félix Albo, Merche pudo presentar su ilusionante proyecto voluntario de difusión cultural, con el sugerente título “Con alegría, café y té” y un recordatorio implícito a la importancia de crear complicidades lectoras siempre en torno a un café y pastas.

Para terminar, destacaremos la participación en Radio Fraga de Merche Caballud como colaboradora habitual en el programa “Astí estem”. Como especialista de Literatura, aporta su interpretación de figuras de la literatura (Antonio Machado, Rosalía de Castro, Begoña Abad, María Lejárraga… )  y aprovecha para leer algunos de sus poemas favoritos, algo que nunca puede faltar tampoco en ningún encuentro con Merche Caballlud.

Con esta actividad no es excesivo cuando algunos la califican de verdadera agitadora social y cultural. Su pasión lectora es inseparable de su compromiso por compartir la belleza, para que no sea exclusiva de unos pocos privilegiados, un acto en efecto revolucionario.

Albert Camus dijo que “la belleza no hace revoluciones. Pero llega un día en que las revoluciones necesitan belleza”.

Para transformar el mundo, Merche Caballud anima a los educadores a hacerlo desde la crítica y la rebeldía, siempre entendiendo esta actitud como un camino activo de mejora.

En efecto, esta labor de una vida, discreta, fuera de los focos, que ha desarrollado Merche Caballud desde su ámbito de influencia (su familia, su centro educativo, su biblioteca, su pueblo…) en la “pequeñez de los días” (como acostumbra a referirse otro querido caspolino, Víctor Juan, cuando se refiere a la labor docente)  ha tenido un gran impacto en la vida de muchas personas. En un artículo escrito junto a Carmen Carramiñana  reflexionan en estos términos

“La animación a la lectura debe ser algo cotidiano, que se construye en las acciones diarias, continuadas, sencillas, del gota a gota de las estalactitas. Y que en determinados momentos se vive como algo especial”

(Lectura y Literatura infantil y juvenil: reflexiones desde el aula, Mercedes Caballud Albiac y Carmen Carramiñana La Vega)

 

En definitiva, desde una sencillez rebosante de palabras, versos y entusiasmo, Merche Caballud ha compartido siempre lo que más ama, sabiendo que no se agota, sino que se multiplica.

Esta apasionada mediadora de lectura nos devuelve a lo básico, lo más necesario. En un mundo material lleno de urgencias, viene a recordarnos el valor de la lengua oral, de lo poético, de la belleza. Gracias por todo ello.


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