Los alumnos de 4º ESO y 2º de Bachillerato del IES "Mar de Aragón" comprobarán la próxima semana la actualidad de una obra que ya ha cumplido cien años, "Luces de bohemia" (desde que comenzó a publicarse por entregas en 1920). Será el "Teatro del Temple" quien les permita descubrir el ESPERPENTO en el Teatro de las Esquinas.
El "esperpento" aparece definido por primera vez en esta obra (escena XII). Más que un estilo o una técnica teatral, el esperpento es una poética (es decir: una forma de crear) que consiste en retratar hechos y personajes de una determinada manera. Según dice Valle-Inclán en una entrevista concedida en 1938 al diario ABC, la acción y los personajes dramáticos pueden ser mirados “de rodillas” (como en la épica), “como si fuesen ellos nosotros mismos” (como en el teatro de Shakespeare), “... y hay otra tercera manera, que es mirar el mundo desde un plano superior y considerar a los personajes de la trama como seres inferiores al autor, con un punto de ironía.
MAX: Los ultraístas son unos farsantes. El esperpentismo lo ha inventado Goya. Los héroes clásicos han ido a pasearse en el callejón del Gato.
DON LATINO: ¡Estás completamente curda!
MAX: Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada.
DON LATINO: ¡Miau! ¡Te estás contagiando!
MAX: España es una deformación grotesca de la civilización europea.
DON LATINO: ¡Pudiera! Yo me inhibo.
MAX: Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas.
DON LATINO: Conforme. Pero a mí me divierte mirarme en los espejos de la calle del Gato.
MAX: Y a mí. La deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta, Mi estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas.
DON LATINO: ¿Y dónde está el espejo?
MAX: En el fondo del vaso.
DON LATINO: ¡Eres genial! ¡Me quito el cráneo!
Valle desafió las limitaciones del teatro de su tiempo y creo un teatro en libertad:
"Frente a lo que él llamaba un "teatro de camilla casera", se declaró partidario de un teatro de numerosos escenarios, siguiendo el ejemplo del cine.
Por otra parte, no se doblegó a los prejuicios estéticos y sociales de público y empresarios. Continuó orgullosamente su obra, aunque sus obras se vieran condenadas en su tiempo a ser "teatro para leer". Ello explica que las acotaciones sean tan literarias como el diálogo mismo, y que no retrocediera ante detalles verdaderamente irrepresentables.
Su asombroso manejo del idioma hace de él uno de los grandes creadores que ha habido en nuestra lengua.
No tardarían en producirse, en Europa y en América, potentes experiencias renovadoras de las concepciones escénicas, algunas de ellas inspiradas precisamente en el cine. Y al cabo de los años, en París o en Madrid, se redescubre a Valle Inclán y se ve en él a la máxima figura del teatro español de los tres últimos siglos, así como un verdadero vanguardista que se anticipa considerablemente a las nuevas tendencias del teatro mundial".
(Fernando Lázaro/Vicente Tusón: Literatura del siglo XX, Ed. Anaya)
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