lunes, 26 de enero de 2015

CORTO: SABÁH, FERNANDO VERA (2005). Algunas claves para su comentario en el aula.


Al hilo de la recopilación de Educación 3.0 "30 cortometrajes para educar en valores",   quiero compartir en esta página el corto Sabáh (Gerardo Vera, 2005), el primero que utilicé en clase con la intención de promover la reflexión de mis alumnos.
El corto, accesible desde el portal film.aragon, el espacio de la DGA para la difusión del cortometraje aragonés, propicia el debate y la reflexión en torno a la percepción que tenemos del extranjero, los errores que cometemos o los prejuicios y estereotipos que aplicamos.  En nuestro centro, que acoge más de un 20% de alumnado de procedencia extranjera, está más que justificada la reflexión sobre este tema.
 
 
 
Sabáh (Fernando Vera, 2005) es la historia de un viaje de Argel a Occidente, el viaje de Sabáh junto a sus padres.  Sabáh es la historia de una familia que quiere empezar de cero y comienza su vida aquí, en España. Una historia que muestra cómo reaccionamos ante lo desconocido,  proyectando nuestro miedo y nuestros prejuicios con fatales consecuencias.  

El corto fue rodado en los Monegros y cuenta la travesía de una familia en plena ola de calor. La hija enferma durante el trayecto (golpe de calor por deshidratación) y la familia para en el camino a pedir ayuda a una familia española. Tras la primera reacción hostil (el marido sale a la puerta pertrechado con un arma), la familia acoge a los extranjeros al ver a la niña enferma. Sin embargo, desoyen sus peticiones de ayuda reales, pues ellos necesitan un médico y la familia que acoge no lo cree necesario. La omisión de la ayuda tiene consecuencias dramáticas, pues la niña fallece en la casa, provocando la expulsión inmediata del domicilio, pues nadie quiere problemas de ese tipo, ni van a asumir ninguna responsabilidad al respecto.
 
OBJETIVOS RELACIONADOS CON LA EDUCACIÓN INTERCULTURAL para abordar en el aula:
1.   Tomar conciencia de nuestros propios prejuicios y estereotipos
La familia empieza el viaje como cualquier otra que emprende unas vacaciones. El matiz es que ellos buscan un destino mejor. Pero son en definitiva una familia unida, ilusionada. La niña, que se interesa por si habrá golosinas en el país al que van, permite la identificación.
A este respecto, valoramos nuestros prejuicios respecto al que viene de fuera y analizamos la historia reciente de nuestro país (los motivos que movieron hace solo unas décadas a emigrar a Francia y a Alemania a muchos de nuestros familiares). También en la actualidad la falta de  oportunidades de trabajo lleva de nuevo a hacer las maletas a las generaciones más jóvenes.
2.   Fomentar la empatía
Resulta difícil no comprender a esta familia que como cualquier otra emprende un viaje ilusionada. El final dramático, ese viaje que no llevará a una vida mejor, sino a perder lo que más querían, su propia hija, despierta sentimientos de compasión y por tanto de empatía, ponerse en el lugar del otro. El sufrimiento es probablemente el más universal de los sentimientos, no diferencia razas, ni culturas.
3.   Revisar críticamente la percepción que tenemos del extranjero
La familia española que acoge a los extranjeros representa con sus diferentes actitudes algunos de los comportamientos que tenemos con los extranjeros:
-          En primer lugar, el recelo, la desconfianza. El hombre muestra una actitud hostil, a la defensiva, con el arma en mano.
-          Al ver a la niña enferma intentan ser hospitalarios, pero niegan la ayuda que ellos piden (necesitan un médico) y no escuchan sus razones ni argumentos. Adoptan así una actitud prepotente, como si la diferencia cultural o de lengua les diera a ellos cierta ventaja sobre la situación.
-          Cuando la niña muere, el miedo se apodera de la escena, representado por el hombre de nuevo, que los echa de casa sin compasión, porque no quiere buscarse problemas.
Estos presupuestos nos llevan a algunas reflexiones.
  • Lamentablemente muchas veces el desconocimiento de la cultura que tenemos que acoger nos lleva a la desconfianza. Muchos alumnos del centro no interactúan con los alumnos extranjeros por ese recelo (no les hablan, no les tienen en cuenta). Muchos, de hecho, llegan a la hostilidad manifiesta con insultos y desprecios.
  •  Ayudar al extranjero nunca debe hacerse desde la suposición de la superioridad de criterio del que acoge. Es importantísimo aceptar las emociones y sentimientos del otro. Ello implica predisposición para interactuar, cooperar y colaborar.
  • Por último, cuando surgen los problemas, la reacción más habitual está condicionada por el miedo a lo desconocido. El miedo no es racional y da respuestas desproporcionadas e injustas a las situaciones de conflicto que se planteen.
4.   Valorar el relativismo cultural
Durante el trayecto la madre insiste a la niña para que se quite el velo, ya que tiene fiebre y hace mucho calor, sin embargo la niña se niega. Desde nuestra cultura, esta decisión nos parece absurda.
El detalle nos permite introducir la reflexión sobre el relativismo cultural, pues la madre respeta la decisión de su hija basándose en otros criterios que nosotros desconocemos y que podríamos valorar. Interesa evitar explícitamente que el hecho sea juzgado desde la escala de valores de nuestra sociedad. Es un buen pretexto para indagar en las razones que tienen las mujeres musulmanas para elegir el velo. Podría preguntarse a compañeras del centro o a alguna persona adulta de la comunidad.

3 comentarios:

  1. La situación de un extranjero fuera de su país se encuentra muy mal, además si es un caso como el de Sabáh que pasa a miles de personas cada día.
    Cuando Sabáh estaba muy enferma, sus padres debían llevarla al médico aunque no tuvieran papeles y estuvieran acogidos por una familia española que les ayuda. Pero ella tenía que curarse y como no la llevaron, la niña falleció y sus padres acabaron en la calle ya que la familia que los acogía no quería ningún problema.
    Me gustaría hablar sobre mi experiencia como extranjera.
    Cuando mis padres decidieron traerme a España, con mis hermanos, tuve que cambiar toda mi vida (de colegio, amigos, idioma, casa etc.) e ir a un lugar en el que no conocía a nadie, y en el cual no tenía amigos ni familiares, ni conocía su lengua. Este camino no es nada fácil, al contrario de lo que todos piensan.
    Ser extranjero tiene ventajas y desventajas:
    Las ventajas que tiene el ir a vivir a otro país, con un idioma y costumbres totalmente distintas a las nuestras, son el conocer a gente nueva con la que relacionarte y aprender de ellas, con una religión distinta y puntos de vista diferentes sobre la vida. También lo bueno, es que hay mucha gente que te ayuda a integrarte en la nueva dinámica de un sitio nuevo.
    Por otro lado, las desventajas son que a veces algunas personas, discriminan a alguien que viene de fuera por tan solo ser distinto, por lo que a veces te sientes algo desprotegido y fuera de lugar. También cuando intentas adaptarte al nuevo tipo de vida, por ejemplo aprendiendo el idioma, puede costar en un principio leer o escribir en él, y no es alentador que algunas personas en vez de apoyarte se rían de tus intentos por mejorar. Nunca piensan en la posibilidad de acabar en la misma situación en la que nosotros nos encontramos.
    En resumen, con la poca experiencia que me ha dado la vida hasta ahora, he llegado a algunas conclusiones sobre lo bueno para todas las personas:
    “Haz el bien, por el hecho de ser bien, sin mirar a la persona a la que ayudas”
    Con esto aseguras el estar haciendo las cosas correctamente, y además le estas dando la oportunidad de ser felices a todos los que tienes a tu alrededor, sin importar su ideología, costumbre, sexo, o religión.

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    1. Muchas gracias, Fátima, por compartir tu vivencia con nosotros. Valoro enormemente ese gesto. Como sabes soy la Tutora de Acogida y doy clases a los alumnos de Español en sus dos primeros años de llegada al país. A veces los percibo desorientados o desubicados, no acaban de adaptarse y lo pasan mal. Sin embargo, con su poco nivel de español no consiguen expresar lo que ahora tú has transmitido tan bien.
      Estos días en que se han incrementado las acogidas, me siento orgullosa de ver la buena disposición de todos para hacer más fácil la incorporación de los nuevos alumnos. Y no solo entre los alumnos que comparten la nacionalidad. Hoy mismo unos alumnos de 3º ESO no han dudado en ponerse a hablar en Inglés para hacerse entender con una compañera nueva que habla urdu. Son pequeños gestos, pero como tú dices, contribuyen al bienestar general.
      Un abrazo.

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  2. La familia Española que ha ayudado a la familia de Sabah no tenían razones para echarles a la calle porque lo estaban pasando mal.Si la familia decidió ayudarles desde el principio tenían que seguir ayudándoles hasta el final y no dejarles en medio del camino.Cuando una familia cambia de país o de lugar donde ha estado viviendo desde su nacimiento, es difícil que se acostumbre a otra vida.
    Yo soy extranjera y cuando vine aquí a España, al principio me costó integrarme pero luego no tuve problemas en comunicarme, en cambio algunas personas que vienen mayores les cuesta aprender el idioma y integrarse.

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