Diseño del cartel: María Jesús Serrano y Mariano Solán |
Sin embargo, esta historia de amor juvenil es la antítesis de una de ellas. La prensa rosa divulga y cotillea sobre la vida ajena y esta novela reivindica sobre todas las cosas el derecho a la intimidad. Pero una portada solo es eso, una puerta atractiva para tentar al lector a asomarse. Cuidado con las apariencias. Es tan fácil engañar con la cubierta, con la fachada, con la vestimenta, con el perfil de facebook o tuenti… sobre todo si partimos de nuestros prejuicios. Nos encanta simplificar, poner etiquetas, reducir al otro.
Begoña Oro ha visitado nuestro centro en vísperas del
Carnaval. Ella también ha echado mano de las máscaras y ha jugado con nosotros.
¿Quién es Begoña Oro en realidad? Hemos cambiado de opinión tantas veces
durante una hora que ya no sabemos qué pensar. Habíamos cotilleado su blog, a pesar de sus advertencias:
Habíamos buscado información en la presentación dediapositivas que preparó concienzudamente Mª Jesús Serrano:
Creíamos saber bastante sobre ella… Pero nos ha dado su
lección, la misma que extraemos de la novela. No es tan sencillo, “lo esencial es invisible a
los ojos”, como el Principito y el protagonista de nuestro libro nos recuerdan. Begoña Oro es más de lo que su aspecto externo nos pueda mostrar.
Me gustan las
historias frescas. Begoña Oro ha compartido con los alumnos de 2º de ESO
una historia de amor en el día después de San Valentín, con el sabor almibarado
de los corazones que todavía cuelgan por los pasillos del centro. Una historia
de amor se parece a otras historias de amor. El amor imposible tiene referentes
clásicos: Tristán e Iseo, Romeo y Julieta,… Pero quizá no sea tan importante la
historia como la forma en la que se cuenta, y Begoña Oro consigue hacerlo de
una manera muy actual. Como si de un puzzle se tratase, los hechos van tomando
forma a través de entradas de blog, correos electrónicos y en usb, dibujos de
uno de los protagonistas…además de la versión de un narrador en tercera persona, que tiene las claves
de la historia pero no nos lo va a hacer nada fácil, al menos “hasta que nos
pongamos de su parte”. La verosimilitud
de la novela se acentúa con el perfil en facebook (actualizado) de uno de los
personajes, Rebeca Lindon, y el blog de la protagonista, Pinillismos, que sigue
creciendo día a día en comentarios y seguidores, con vida propia.
Al principio de esta
historia… es posible que nos falten muchos datos. Así que el lector no
tendrá más remedio que seguir leyendo hasta que las piezas comiencen a encajar.
“Esta historia es una campaña. Al contrario que todas las campañas, se
ha hecho para que dejen de hablar de ella. No es una campaña de publicidad. Es
una campaña de privacidad. Hasta ahora todo el mundo ha hablado y ha oído
hablar de alguno de sus personajes: de Jorge, de su madre, de la madre de
María. Pero no creas que conoces su historia. Solo sabes algunos datos, y no
todos son ciertos. Porque esa es la misión de las historias: dar luz, hacer
claros”.
Me gustan los libros
que hablan de libros, esos guiños de la autora a sus preferencias
literarias, que a su vez son hilos que el lector puede retomar para llegar a
otras historias. Son como piedrecitas en el camino que podemos ir atesorando.
Es tan fácil dejarse llevar. Unas historias llevan a otras hasta el infinito. Ojalá
algún alumno haya tomado nota de El
principito, el libro preferido de Jorge. Yo, por mi parte, me apunto el
consejo de uno de los personajes, Berto Zaera, quien cree que hay que leer Diario de un mal año, de J.M. Coetzee. Edgar, el portero, homenajea, como se reconoce en la novela, a
otro personaje de una historia que disfruté mucho: La elegancia del erizo. Junto a referencias clásicas, como la historia de Tristán e
Iseo, el lector de Pomelo y limón
descubre guiños a los cuentos tradicionales (Pulgarcito, Caperucita roja), que a mí personalmente me fascinan.
Me gustan las
apuestas multimedia. Pomelo y limón aspira a novela total, poliédrica, integrando
hipervínculos a entradas de blog, a canciones de youtube, a Facebook. Es una novela del siglo XXI, que alcanza todo su potencial en los nuevos soportes (e-reader, ipad,...) con conexión a internet.
Me gustan los libros
que reivindican el poder y la magia de
las palabras, libros que nos hacen sentir que nuestra vida es nuestra mejor
novela y que hay que poner mucho cuidado en elegir bien las palabras con las
que vamos a contar a los demás y a nosotros mismos nuestra historia.
“Imagina un bosque
lleno de maleza. Esa es la realidad.
También tu realidad. Y ahora ábrete paso, desbroza un camino, crea un
claro en ese bosque, tu bosque, donde sentarte cómodamente a descansar. ¿Cómo?
Cuenta la historia, desbroza a palabrazos la desordenada realidad. Crea un
claro. Ese milagro produces cada vez que te cuentas la historia de tu vida. Y a
ese milagro asistes cada vez que escuchas o lees una historia. Como ahora”.
"Los recuerdos están hechos de palabras, la vida está hecha de palabras. No puedes cambiar lo que te ha pasado, pero puedes escoger las palabras para contarlo".
Tenmos un superpoder, pero no siempre lo empleamos adecuadamente. Begoña Oro previene al joven lector del daño que pueden hacer el rumor y la mentira. ¡Cuánto nos enredan las palabras! Realidad, ficción, pasado, mentiras… todo se teje con ellas.
“Una mentira se parece mucho a una verdad y solo quien la cuenta es capaz de distinguirlas”
Me gustan los libros
que hacen lectores. Pomelo y limón
ha gustado a nuestros alumnos adolescentes de 2º de ESO, algunos de los cuales
reconocían que era el primer libro que les había enganchado lo suficiente como para terminarlo. Estos
chicos de segundo también han expresado su creatividad con el estímulo de su
profesora de Educación Plástica, María Mir, siguiendo el modelo de Ricardo Cavolo, el ilustrador del libro. Este ha sido el resultado, que encantó a nuestra escritora.
Me gusta Begoña Oro,
la persona, quien compartió con nosotros desde la autenticidad la emoción que se desbordó en llanto cuando supo
que había sido distinguida con el Premio Gran Angular de SM.
Me gustan las
editoriales que, como SM, nos acercan a clase al autor de la obra para que
al disfrute de la lectura se sume la experiencia inolvidable de la tertulia. Siempre intentan complacernos y estamos muy
agradecidos.
Me gustan las profesoras, los alumnos, los centros... que me dejan sin palabras.
ResponderEliminarBueno, vale, me quedan dos: "disfruté (muchísimo)" y "volveré". Y esta vez no pienso irme sin tomarme el postre. ;-)
Muchas gracias, Begoña. La próxima comida vamos a resarcirte. No te vas a poder resistir a volver ;-D
ResponderEliminarPor tu excelente reseña, dan ganas de ir corriendo a leerlo. Creo que Begoña Oro es la autora de un libro que tenía como protagonistas a mi hijo y a sus compañeros de curso, en una actividad que ofrecía SM a los colegios. Esto fue en Madrid, en el cole El Sol, hace ya unos cuatro o cinco cursos. El libro es una delicia, mi hijo tiene un recuerdo excelente de aquella aventura. Como siempre que recibís a un autor, un despliegue de quitarse el sombrero, Esther.
ResponderEliminarGracias, Carlota. Cada visita es una experiencia que intentamos sea diferente. Aunque realizamos actividades parecidas ( presentación de diapositivas, punto de lectura, exposición de libros, carteles, ilustraciones de la obra,...), siempre buscamos un tema o motivo que acerque la obra de forma especial). El Departamento de Plástica siempre nos echa una mano. SEgún el tema, otros departamentos también se implican. Y, por supuesto, el equipo directivo respalda y fomenta estos encuentros.
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