Toni Demuro: Tree 37
"¡Y ahora escucha! Lo que acabo de
hacer es el truco más viejo de la Humanidad frente al horror. La creatividad es
justamente esto: un intento alquímico de transmutar el sufrimiento en belleza.
El arte en general, y la literatura en particular, son armas poderosas contra
el Mal y el Dolor. Las novelas no los vencen (son invencibles), pero nos
consuelan del espanto. En primer lugar, porque nos unen al resto de los
humanos: la literatura nos hace formar parte del todo y, en el todo, el dolor
individual parece que duele un poco menos. Pero además el sortilegio funciona porque,
cuando el sufrimiento nos quiebra el espinazo, el arte consigue convertir ese
feo y sucio daño en algo bello. Narro y comparto una noche lacerante y al
hacerlo arranco chispazos de luz a la negrura (al menos, a mí me sirve). Por
eso Conrad escribió El corazón de las
tinieblas: para exorcizar, para neutralizar su experiencia en el Congo, tan
espantosa que casi le volvió loco. Por
eso Dickens creó a Oliver Twist y a David Copperfield: para poder soportar el
sufrimiento de su propia infancia. Hay que hacer algo con todo eso para que no
nos destruya, con ese fragor de desesperación, con el inacabable desperdicio,
con la furiosa pena de vivir cuando la vida es cruel. Los humanos nos
defendemos del dolor sin sentido adornándolo con la sensatez de la belleza.
Aplastamos carbones con las manos desnudas y a veces conseguimos que parezcan
diamantes".
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sábado, 8 de junio de 2013
La literatura nos salva
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