sábado, 30 de noviembre de 2013

Siempre habrá poesía

 
Fuente de la imagen


Vamos ultimando la primera evaluación y, tras leer y disfrutar de los poemas de Bécquer, quizá tengamos la intuición como él de que la poesía está en todas partes. Incluso, aunque no lo sepamos y prodiguemos figuras literarias sin saberlo. Ved el simpático programa "Todo es poesía menos la poesía" de Literalia.tv (seguro que no conocéis este canal, con toda la televisión que veis) y comprobad cómo el mercado se llena de poesía al grito de "Por un mercado libre y lleno de poesía".

Y es que quizá la poesía sea como el aire que respiramos, absolutamente presente y necesario, aunque la mayor parte del tiempo suceda de una forma tan natural, que no somos conscientes de su importancia, ni de su presencia.
 
 
 




Reproduzco la rima IV que inspira la entrada de hoy. Días atrás tuvimos ocasión de escucharla en clase a través del personaje de Culebra de la serie "Protegidos" (gracias, Ana Infante, por recordárnoslo).

No digáis que, agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a dó camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!

Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!



Y de paso os recuerdo que tenéis un nuevo pre-texto para cumplir con uno de los objetivos que nos hemos propuesto esta evaluación: opinar en las nuevas plataformas de comunicación que compartimos, sea en uno de los variados temas que se agrupan con la etiqueta pre-textos, sea en una de las noticias que esta página comparte en Facebook.
 
 

¿Qué es para ti la poesía?



martes, 19 de noviembre de 2013

Sigue leyendo. No soy un libro.

4º ESO lee "No soy un libro", ´de José María Merino
    

José María Merino se alzó en 1993 con el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil con una obra original y sorprendente: No soy un libro.  Oculto tras esta falsa portada aparece el libro verdadero, Los trenes del verano. Desde las primeras páginas, la lectura se ve interrumpida con mensajes extraños y peticiones de auxilio. Los cambios de tipografía y de tamaño de fuente introducen un juego metaliterario que precisa la complicidad del lector, quien se ve requerido a leer con urgencia si desea evitar el final apocalíptico que espera al planeta Tierra y a los personajes que viven la aventura de la novela.
 
La próxima visita a Caspe del escritor, recientemente galardonado con el Premio Nacional de Narrativa, ha supuesto una enorme satisfacción, pero nos ha metido de lleno en la misma trama novelesca. Al igual que los personajes, buscamos la forma de finalizar en plazo la lectura,  pasando si es preciso la novela de mano en mano.
“Muchos de ustedes piensan que leer una novela es un puro entretenimiento o algo superfluo. Yo no estoy de acuerdo, y creo que precisamente en las novelas se encuentran conocimientos que no es posible hallar en ningún otro sitio. Pero en este caso les prometo que leer es la única vía para resolver la terrible situación en que nos hallamos. Les aseguro que es decisivo que se lean estos libros con el mayor interés, pasándolos de mano en mano una vez acabados. Cuando lo hagan, ustedes mismos se darán cuenta de que es lo único que nos puede ayudar”.
 
(MERINO, José Mª: No soy un libro, Siruela, pág. 154)
  
 
Confío en que no estéis en el grupo de lectores que se detalla en este fragmento:
 
“Muchos de los viajeros se enfrentaban a aquella lectura como si fuese la primera vez que cogían un libro desde los tiempos escolares. Encontraba en muchas manos una torpeza en la manipulación de las páginas que parecía más propia de unos simios que de unos humanos, y se acongojó en comprender cómo los libros, que para él eran tan cercanos y familiares, resultaban para muchas personas objetos extraños e incómodos.”
 
(MERINO, José Mª: No soy un libro, Siruela, pág. 211)
 
 
Estamos ya con la cuenta atrás. Sirva esta presentación de diapositivas para incitar a leer a aquellos que todavía estáis apurando fecha y para animar la tertulia que tendrá lugar en clase este viernes y en la que espero planteéis las preguntas que haremos el lunes al autor.