jueves, 19 de mayo de 2011

"La gran fábrica de las palabras", Agnès de Lestrade

En los últimos tiempos estoy descubriendo la fascinación de los álbumes ilustrados, gracias a las recomendaciones y préstamos de mi compañera Susana Arnas. Así he llegado a otra historia entrañable que apareció en mi mesa, al igual que El árbol rojo, en el momento oportuno. Se trata de La gran fábrica de las palabras, un álbum con texto de Agnès de Lestrade e ilustraciones de Valeria Docampo, editado por Sleepyslaps.

Trastornada por la afasia que padecía mi padre, sentía que,  al perder las palabras en un goteo incesante, lo iba perdiendo a él día a día de forma imparable, como así fue.


Existe un país donde las palabras deben comprarse, así que tampoco todo el mundo tiene todas las que desearía o las que necesitaría para cada ocasión…




A través de una historia sencilla comprendemos que a veces pocas palabras sirven para decir mucho (los amantes de la poesía lo saben) y también que la intención y los sentimientos están por encima de todas las palabras del mundo. Y esto es tan importante que las palabras más anodinas pueden llenarse de sentido al dotarlas de significado nosotros.

Bellas ilustraciones de Valeria Docampo para desvelar una paradoja: las palabras tienen mucho poder, pero ese poder es relativo. Mensaje interesante en esta sociedad cansada de discursos vacuos, saturada de palabras sin contenido.

Personalmente estoy descubriendo el placer de sumergirme en álbumes ilustrados y también estoy explorando sus posibilidades en el Aula de Español con resultados muy satisfactorios. Los textos breves, sencillos, junto con la fuerza de las imágenes, facilitan la comprensión y pueden ser utilizados como recurso de aula en pequeño grupo.

Con El árbol rojo intuí  la identificación de mi alumnado extranjero, un alumnado desorientado que une su crisis adolescente al desarraigo de su país, su cultura y su entorno de amigos y familia, con la joven protagonista.  También ellos confían en que en un día no muy lejano un hermoso árbol rojo llene de luz y color sus vidas.

La gran fábrica de las palabras fue una inyección de confianza para sus limitaciones en la nueva lengua que intentan adquirir. Intuyeron que lo más importante, los afectos y sentimientos que pueden compartir, no precisan de discursos muy elaborados. Al mismo tiempo esta historia les alentaba a atrapar palabras, a atesorarlas y a confiar. El día más inesperado todas esas palabras estallarán en el aire y obrarán el pequeño milagro: comunicar.



3 comentarios:

  1. Un libro realmente precioso, tanto el mensaje como las ilustraciones. Es para leer y releer, para mirar, para emocionarte,... Yo tengo la suerte de tenerlo (me lo regaló mi hermana mayor, jeje...) y también me he aficionado a los álbumes ilustrados! Gracias hermanita.

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  2. Una maravilla, Esther. Muchas gracias por darnosla a conocer. Ya sé qué buscar en la próxima Feria del Libro. En cuanto a "El árbol rojo", con tu permiso, me llevo un esqueje para el bosque de Bibloranca.
    Un abrazo.

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  3. Gema, el álbum es una delicia. Cuando alguien tiene algo tan bello a su alcance no puede por menos que compartir. Sobre todo con los que más quiere. Un beso.

    Biblos, espero que el árbol rojo crezca frondoso en el bosque de Bibloranca y dé cobijo a muuuuchos lectores. Abrazos.

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