jueves, 3 de febrero de 2011

Adiós a una compañera de viaje: Lumi (Aída Iluminada Fernández Marco)

Que la vida iba en serio lo empezamos a comprender tarde, pero quizá nunca llegamos a entender de qué va la muerte.

Imagen: David Hayward, vía Tontuneando

Lumi, como la llamábamos los amigos a los que nos iluminó la vida, se ha ido súbitamente, sin aviso, y con su ausencia dolorosa la vida es un poco más triste e inhóspita.

Marcelino Cortés le ha dedicado un sentido homenaje en el magnífico blog “Me sé cosicas”, punto de encuentro de los que cursamos Filología Hispánica entre 1983-1988 (y referencia indispensable para los que disfruten de una visión acerada y lúcida sobre la vida y la literatura). Su comentario nos representa a todos los que compartimos con Lumi los desenfadados años de la facultad, inmersos en un “carpe diem” que dilataba el tiempo y lo llenaba de promesas. Fuimos "compañeros de viaje".

Mañana mi corazón estará en el IES “Carlos Bousoño” de Majadahonda (Madrid), donde profesores y alumnos despedirán con unos versos a la que fue muchos años profesora de Lengua y Literatura, Aida Iluminada Fernández Marco.

Uno mi lamento a  Miguel Hernández:

“No hay extensión más grande que mi herida,
Lloro mi desventura y sus conjuntos
Y siento más tu muerte que mi vida”

...Aún teníamos que hablar de tantas cosas…, compañera del alma, amiga Lumi.


12 comentarios:

  1. Me uno a tu sincero pésame, Esther. Lloro al leer esas palabras tan bonitas que le has dedicado a tu GRAN AMIGA Lumi. Un beso fuerte, Esther. Todo pasará.

    ResponderEliminar
  2. Si hoy te cuesta despegar
    podras volar mañana
    Todas las ganas de llorar
    se iran se iran mañna

    Aunque parezca q dolera por siempre
    te aseguro q mañana pasara
    Veras el mundo sigue en pie
    y tù con èl mañana

    Oh..vas a ver, volvera a amanecer
    esta vida sin ton ni son, mañana ira mejor
    Oh ya veras, todo amaina al final
    los buenos tiempos volveran
    el sol saldra mañana.

    Si hoy no sueñas, soñaras
    asi sin mas mañana
    El rio siempre llega al mar
    podras zarpar mañana.

    No hay mal q dure cien años mas
    empieza a izar las velas la tormenta pasara
    Veras q el mundo sigue en pie
    y tù con èl mañana

    Oh vas a ver volvera a amanecer.....

    Cuando te apague la soledad
    enciende los recuerdo de la gente q no esta
    y veras el mundo puesto en pie
    y tu tambien mañana

    Oh ya veras todo amaina al final
    los buenos tiempos volveran
    el sol saldra mañana
    asi sin mas mañana
    podras remontar mañana.

    ResponderEliminar
  3. Marta, gracias por tus palabras de ánimo y por la canción de Rosana, llena de esperanza, como "El árbol rojo" que aportaba aquí el otro día. Nuestro compañero de viaje Marcelino en "Me sé cosicas" también afirma rotundo que el día vencerá a la noche, la vida sigue. Lástima que sea sin la compañía de aquellos que amamos. Un beso grande.

    ResponderEliminar
  4. Qué bien lo has dicho. Es verdad, como dice el poeta, que podemos alcanzar, aunque tarde, a comprender que la vida va en serio, pero nunca acabamos de entender la muerte. Es una gran pérdida. Ánimo.

    ResponderEliminar
  5. Gracias, Marian. Sé que también has sufrido la pérdida de seres queridos y compartes este dolor sin consuelo. Un abrazo grande grande.

    ResponderEliminar
  6. Sé lo que te ha costado escribir este sincero homenaje a nuestra querida amiga y te admiro, una vez más, ahora por tu valor.
    Quiero acompañarte y compartir tu dolor, igual que un día, juntas todas, compartimos risas y confidencias.Querida Esther, más que nunca, un abrazo.
    Marta, un beso para ti.

    ResponderEliminar
  7. Carmina, sabes cuánto agradezco sentirte cerca en estos momentos. De nuevo la fuerza de las palabras para mitigar el dolor. Me emociona que recuerdes los buenos momentos compartidos: risas y confidencias, así tejimos nuestra amistad. Un abrazo enorme también para ti y mi deseo de poder dártelo pronto en persona.

    ResponderEliminar
  8. Querida Esther:
    Te acompaño en tu pena, qué terrible la muerte, tan sorpresiva a veces, tan definitiva siempre.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Una pena, Esther. Por lo visto, llega un momento en que vivir es esto: ir sumando pérdidas. Tenemos que procurar consolarnos con los recuerdos, aunque sé que es difícil, sobre todo cuando se trata de muertes tan repentinas. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Biblos, cuando las pérdidas se suman, la tristeza es tan grande que los recuerdos no bastan para consolarnos. Terrible es la muerte repentina y no menos terrible es la muerte anunciada, sin esperanza. Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Lumi, amiga, hoy hubieras cumplido años... ¡Cómo te añoro!

    ResponderEliminar